29 jun 2023

Monumento al General Saro, a los 16 años de su restauración (2007-2023).

 

Juan Ángel López Barrionuevo

Monumento Al General Saro, año 1982. Foto Gentileza de Gabriel Delgado Juan

Monumento al General Saro. año 2015. Foto de Francisco Miguel Merino Laguna

Monumento al General Saro. Monumento al General Saro. Postal de Ediciones García Garrabella.(1968) Gabriel Delgado Juan


 

El 30 de marzo de 2007 pasó a la historia como el día en que finalizaron las obras del parking de la Plaza de Andalucía ya que, tras 7 años en el exilio necesario, el monumento al General Saro ha volvió a su plaza.

 En cuanto a Don Leopoldo Saro Marín[1], fue un gran benefactor hacia el pueblo de Úbeda, que bajo sus auspicios en la década de los años veinte, realizó numerosas obras de gran envergadura en nuestra ciudad: la Explanada, el Alcázar o Cristo del Gallo entre otras, hizo el Cuartel de la Remonta (hoy Academia de la Guardia Civil), Parador Nacional de Turismo e inició el ferrocarril de Baeza-Utiel, etc.

Como gratitud, el pueblo decide en Julio de 1928, la erección de un monumento a este personaje histórico. De su ejecución se encarga el escultor de Santisteban del Puerto, Jacinto Higueras, el arquitecto municipal don Eduardo de Garay y al arquitecto auxiliar, Antonio Flores Urdapilleta.


Esta figura del General Saro, en bronce, está sobre plinto de poca altura en forma piramidal, con base rectangular en piedra. Representa en la cara anterior de unos soldados protegidos por el Ángel de la Victoria, y en la parte posterior, diversos grupos de trabajadores guardados por alado de la Paz. El basamento en piedra, se encuentra en unas condiciones muy desfavorables.
La escultura, una de las más logradas del imaginero santistebeño, está de pie y su parte es apuesto.

La historia de esta obra no puede ser más rocambolesca[2]. Realizada a instancia del ayuntamiento de Úbeda en reconocimiento a la figura del general y sufragada por el propio ayuntamiento y por suscripción popular, se instala en 1930. Desmontada[3] en varias ocasiones, la última con motivo de la creación de un aparcamiento subterráneo comenzada en el 2000, el monumento estuvo durante siete años guardado en dependencias municipales.


La figurada del general fue blanco de los disparos y la peana, también tallada por Jacinto Higueras, sufrió importantes desperfectos. La obra, restaurada por el escultor Alfonso Cobo, como ya he citado en el 2007 este monumento ha vuelto a erguirse en la plaza de Andalucía, en cuanto a Alfonso Cobo, este nació en Úbeda el día 10 de julio de 1977. Cuando abandona los estudios se pone bajo el magisterio de Ramón Cuadra para iniciar su carrera artística. De su contacto con el veterano escultor le queda su principal filiación artística de hoy, la restauración de escultura e imaginería religiosa. Actualmente, Alfonso ejerce como empresario en la Taberna Calle Melancolía, local hostelero dedicado al cantautor ubetense Joaquín Sabina.

Sobre el basamento del monumento, esta formado de  troncopiramidal, desarrolla en sus dos caras un programa simbólico cuyos precedentes se pueden rastrear en otros monumentos del autor. Por un lado, realiza un homenaje al trabajo duro y esforzado del mundo rural; por otro lado, ensalza a los héroes que luchan por la defensa de su patria. Pero procedamos a un análisis más exhaustivo.
Los relieves de la cara posterior están presididos por la diosa Minerva, divinidad griega que simboliza las artes y la sabiduría, así como el concepto de la ciudad y sus integrantes. La diosa aparece representada de cuerpo entero, siguiendo su iconografía tradicional, vestida con túnica, coronada con un casco, y portando lanza y escudo. A los lados encontramos otras dos figuras mitológicas arrodilladas: Mercurio, el dios del comercio, identificado con su pétaso (sombrero con alas), y portando una bolsa llena de dinero. Como complemento a este dios mercantil encontramos a la Abundancia, mujer dispuesta en posición similar, portando la cornucopia o cuerno de la abundancia.


A este núcleo divino se unen otros personajes que muestran el ambiente rural propio en el que se crio el escultor, y a la vez alegato de clases humildes y trabajadoras, en su lucha diaria y constante. Así, junto a Mercurio hallamos dos hombres cargando sacos, así como una mujer portando una cesta sobre sus hombros, y un tercer hombre arrastrando una carretilla. Por el otro lado, junto a la Abundancia, se dispone un hombre y dos mujeres vareando aceituna, cerrándose el conjunto con una pareja de campesinos que recogen los frutos en un canasto.

Sin duda, un bello homenaje al mundo agrícola, base de la economía y la prosperidad de las ciudades, especialmente indicado en el momento y lugar para el que se labraron estos relieves, como era la Úbeda de comienzos del siglo XX.

Vicisitudes acerca del monumento a Saro escrito por Manuel Madrid Delgado.


General Saro. 2007, tras su restauración, fotos de José Manuel Almansa Moreno


Higueras realiza un extraordinario monumento para el General Saro, uno de los mejores que hay hoy en día en la provincia. En el magnífico basamento de piedra se aprecia, de un lado, la Victoria rodeada de soldados con gestos aguerridos y en ademán de lucha, empujando combativos hacia adelante; en el otro lado el sereno ángel de la Paz -de un clasicismo extraordinario y tocado con elementos militares, para destacar el mensaje, tan propio del momento, de que la paz fructífera es consecuencia de la lucha-, rodeado de obreros, jornaleros... (Todo este basamento, sobre todo en el lado de la Paz, se encuentra muy deteriorado por los distintos traslados que ha sufrido el monumento y especialmente por el trato a que fue sometido desde junio de 2000). Sobre esta mole de piedra se levanta la estatua en bronce del general, inclinado hacia delante, con el capote militar casi arrastrando y caído de uno de los hombros, y con la mano derecha sosteniendo los prismáticos con los que parece otear el horizonte, en plena dirección de una batalla. Fue inaugurado en 1930, pero pocos meses después, instaurada la República y abierto el torpe proceso de responsabilidades por colaboración con la Dictadura, el Ayuntamiento pide a la familia -así lo acuerda el 13 de mayo de 1931- que desmonte el monumento y se haga cargo de él. Los Saro así lo hacen y el monumento es instalado en la finca de 'El Teatino'.

En 'El Teatino' -mientras las milicias buscan por Madrid a Saro para fusilarlo- los anarquistas fusilan la estatua en el verano de 1936 y la arrancan del pedestal para arrojarla a la alberca en la que pasaría los tres años de guerra: todavía son visibles esas míticas 'heridas' de bala en la efigie de Saro, todavía están visibles en el bronce las manchas del agua verdosa. Nada más terminar la guerra, la estatua es rescatada y el monumento completo se instala en la Plaza del Mercado -bautizada por entonces como "Plaza del Generalísimo"- y el 17 de agosto la ciudad celebra un funeral en memoria de Leopoldo Saro en una abarrotada iglesia de Santa María. Y se le encarga a José María Tamayo que pinte un nuevo retrato del general -el anterior también había sido pasado por las armas-, ya con los atributos de general de división, que es el que hoy cuelga en el Salón de Plenos del Ayuntamiento.

Avanzada la dictadura franquista, el monumento del general Saro vuelve a trasladarse de sitio. Si somos maliciosos, debemos pensar que no debía hacer gracia a las autoridades franquistas que un general tuviese un monumento en una plaza del Generalísimo, porque eso podía hacer pensar a los menos duchos en los entresijos de la tiranía que el 'generalísimo' era Saro y no Franco. Así que a finales de la década de los 50, y con la excusa de poner en el centro de la Plaza del Mercado una estatua a San Juan de la Cruz, el monumento de Saro se vuelve a desmontar y se traslada a la Plaza del General Saro, hoy Plaza de Andalucía. Allí la conocería el niño y adolescente y joven que fue Muñoz Molina, y el General Orduña y su estatua fusilada y su plaza llena de personajes, forman parte imprescindible del universo literario de Mágina. Allí sigue hoy en día el monumento, aunque estuvo a punto de desaparecer fusilado y ahogado por la estrechez de miras y la ignorancia políticas.

 

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Fuentes consultadas

https://www.ideal.es/jaen/v/20100410/ubeda-baeza/estatua-fusilada-20100410.html

http://civycultura.denison.edu/artes/sXX_1/galeria/pages/escultura/01.html

 https://esculturaurbana.com/podescultura/general-saro-monumento-al/


[1] Según Ginés Torres, en su volumen II, de su exaltada obra Historia de Úbeda en Sus Documentos, acerca de Leopoldo Saro y Marín, nos dice:  <“…Es vieja la vinculación de este ilustre cubano a la ciudad de Úbeda. Fue el concejal don Cesáreo Pérez Almagro quien propone al ayuntamiento el nombramiento de Saro en su categoría de “Hijo Adoptivo” de Úbeda, por su brillante actuación en la campaña del Rif, acciones militares que le valen a don Leopoldo su ascenso a Comandante.

Dice la propuesta de Pérez Almagro: “…que aunque no ha nacido en nuestra tierra, pues vio la luz bajo el hermoso cielo cubano, es ubetense de corazón y por muchos motivos profesa a este país muy hondo afecto…”>
< Es en 1927 cuando Úbeda da el nombre de don Leopoldo a la antigua Plaza de Toledo y este mismo año se le rinde un caluroso homenaje del ayuntamiento al General Saro en reconocimiento a este ilustre bienhechor… este homenaje bien pudiera consistir en la erección de una estatua instalada en una plaza o paseo el cual llevaría su nombre…

En 1928 el Ayuntamiento acuerda librar cinco mil pesetas para la estatua de Saro que fue inaugurada en 1930 >

[2] En 1928 el Ayuntamiento acuerda librar cinco mil pesetas para la estatua de Saro que fue inaugurada en 1930 >
Situada primero en el Paseo del Mercado; es en 1957, bajo la Alcaldía de Miguel Sánchez Díaz, cuando se sitúa en la antigua plaza de Toledo (actual plaza de Andalucía), el monumento del Ilustre General, siendo desmontada junto al basamento de piedra, en junio de 2000, por motivo de las obras de aparcamientos subterráneos, que se realizaron, en dicha plaza.

[3] En los primeros meses de 2003, bajo la Alcaldía de Marcelino Sánchez Ruiz, se acuerda en comisión, montar otra vez el monumento. Así, en el año 2006 un grupo de ciudadanos preocupados por su patrimonio, están recogiendo miles de firmas, para que vuelva a montarse tan singular monumento, ante la negativa del área de Urbanismo, del entonces gobierno local de Juan Pizarro (D.E.P).

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