13 may 2023

IGLESIA DE LOS TRINITARIOS DESCALZOS DE BAEZA, EJEMPLO DE IGLESIA SIN CULTO DONDE SE INICIA ESTACIÓN DE PENITENCIA

 

Juan Ángel López Barrionuevo


Fachada Principal de la Iglesia de los Trinitarios Descalzos


 Según Wikipedia, la estación de penitencia es el nombre que se da a la procesión que las hermandades pasionistas realizan en Semana Santa por las calles, siempre y cuando durante su recorrido la cofradía haga visita (de aquí el término "estación") al menos a un templo. En caso de no producirse dicha estación, el término procesión de penitencia suele ser el más adecuado.

 

En varias ocasiones, durante a lo largo de la historia, las obras que ha sufrido la Iglesia del antiguo Convento de la Santísima Trinidad de Úbeda, en la década de 1960, de 1981 a 1984 en el cual se realizaron diversas reparaciones en las cubiertas y bóvedas. Y ya en el presente siglo XXI, desde el mes de noviembre de 2005 hasta marzo de 2009, por motivo de obras de mejora y restauración que se desarrollaron en el interior, obligaron a mantener la Iglesia, cerrada al culto, afectando a los cultos de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración, y Nuestra Señora de los Dolores, donde las imágenes titulares de esta, se vieron obligadas a trasladarse, a la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Úbeda, sin embargo durante todos los años en que se hallaba clausurada la iglesia de la Trinidad al culto, la Cofradía, todos los Viernes Santo, formaba su estación de Penitencia desde este templo Trinitario.

 

 Ahora nos trasladamos a Baeza y vamos a hablar, de otra Iglesia que, aunque no tenga culto desde el año 1936, desde ella todos los Jueves Santo, una hermandad de Semana Santa, sigue realizando estación de penitencia, de la misma. Me refiero a la Iglesia de los Trinitarios Descalzos y a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Rescate.

 

Iglesia De Los Trinitarios Descalzos De Baeza, Ejemplo De Iglesia Sin Culto Donde Se Inicia Estación De Penitencia

 

 


La iglesia de los trinitarios descalzos, de Baeza, también conocidas como iglesia del convento de Jesús de los descalzos, se encuentra situada en el interior de su casco histórico y tradicional
El interior es puramente barroco, el único ejemplo de planta elíptica en Baeza, con capillas pequeñas laterales. Tras la restauración llevada a cabo en lo años noventa y tras el derrumbe de buena parte de la bóveda central, la cubierta original se sustituyó por una bóveda encamonada de madera. Se remata con una cornisa de yeso decorado con motivos vegetales barrocos.


Situada en la plaza de Cervantes, se encuentra la Iglesia de los Trinitarios Descalzos, que fue construida en el siglo XVIII junto al convento de la orden, construido el siglo XVII. Tras la Desamortización de Mendizábal, el convento fue derribado, como tantos otros. El templo que lleva cerrado al culto en 1936, es sobrio pero elegante, de estilo barroco, con una llamativa torre cuadrada rematada en forma octogonal. El interior es puramente barroco, con escasa decoración. La Iglesia de los Descalzos es el único ejemplo de planta elíptica en Baeza. En los años noventa el edificio fue rehabilitado profundamente, y la obra fue reconocida por la organización Europa Nostra por[1] “la respetuosa restauración de la iglesia, que incluyó la sustitución de la anterior bóveda hundida, y su reconversión en moderno auditorio”.[2]

 

 

Si una Orden deseó un convento en Baeza con verdadera pasión fue la Trinidad Descalza. El Reformador trinitario, fundador de la descalcez, San Juan Bautista de la Concepción, llegó a Baeza alentado por la fama universitaria de la ciudad, don de esperaba cosechar muchas vocaciones.

 

 Solicita licencia al obispo y se encuentra con una tozuda negativa rayana en la paranoia. Sancho Dávila y Toledo no quiere más conventos en la ciudad. Fray Juan Bautista, desafiante, alquila una casucha en la calle Platería (1606).

 

Tan mísera era que los frailes se reunían a capítulo en la cuadra, por ser el recinto más espacioso de ella. Y los trinitarios descalzos desearon su convento durante nueve años, en los que el enfrentamiento con el obispo los llevó, incluso, a la excomunión. Sólo cuando la mano todopoderosa del valido Duque de Lerma, protector de la Orden, tomó cartas en el asunto se zanjó la cuestión.

 

 El obispo fue trasladado a Sigüenza y los trinitarios descalzos fundaron su convento. El espacio elegido fue la parte alta del Ejido, al NO, y levantaron su casa conforme a lastrazas habituales de las casas trinitarias y con la misma escasez de medios

 

Tal es así que en 1649 aún están en obras, como demuestra el documento[3]. No debieron de quedar muy contentos los trinitarios descalzos de estas obras, quizás porque diez años les pareciera demasiado tiempo para hacer un lienzo del claustro; lo cierto es que los despachan, «que la dicha obra se quede en el estado en que está y la piedra que ai traida y labrada se quede para el dicho colexio » y todo se zanja pagándoles lo que les deben, los 590 reales que «los dichos Bartolomé Lechuga y Andres Guerrero otorgaron aber rezibido y realmente entregados a su voluntad », siendo ministro fray Pedro de la Ascensión . Es el único documento relativo a obras del convento que he encontrado, quizás porque fueran los propios frailes los que levantaran la casa siguiendo las indicaciones de los arquitectos de la orden, que los había, como fray Pedro del Espíritu Santo que trazó la Trinidad descalza de Antequera.              

 

 

 

 

Iglesia y convento totalmente de piedra, empeñados en ello sacaron los materiales de los lugares más variados, de las murallas, de casas derruidas, de canteras, etc. Para ello solicitaban la pertinente licencia al cabildo y una vez concedida procedían al traslado de materiales. Así, ocurrió, por ejemplo, en 1654 en que fray Gaspar del Santísimo Sacramento, ministro del convento de los descalzos[4]. La obra a que hacen referencia es también del convento, pues la iglesia no se comenzaría hasta 1713, frente a la creencia de que la iglesia se construyó en 1741, y se prolongó hasta bien entrado el siglo XVIII

 

 

Así, el 10 de noviembre, fray Juan de San Calixto, ministro del convento «presento un memorial suplicando a la ziudad se le conzediese lizenzia para que de las ruinas de las murallas y sitios della sacase materiales para la iglesia que pretende prinzipiar para dicho su colexio». La Ciudad le otorgó la licencia para sacar piedra de la cantera del alcázar, pero no a coger piedras de las murallas. En la actualidad aquel tan deseado convento es inexistente y el templo, reconvertido en auditorio, es una de las joyas de la ciudad. Más modesta fue la construcción de sus hermanos los Trinitarios Calzados quienes también acudieron en repetidas ocasiones al cabildo solicitando licencia para aprovechar los materiales de casas derruidas y para abrir canteras en el ejido. Por ejemplo, cuando necesitaron piedra «para levantar un quarto del dicho convento por tener nezesidad de parte donde aviten los relijiosos, que en ello se les ara merced y limosna»

 

Los Trinitarios Calzados (1502) al llegar a Baeza habían fundado en una ermita derruida y abandonada, Santa Catalina, en el barrio judío, un espacio que antes había sido sinagoga. Fue el obispo de Jaén, Alfonso de la Fuente del Sauce, quien facilitó la vivienda a los frailes, que vinieron de Úbeda, con la condición de que su apostolado se dedicara a corregir las distintas desviaciones de la Biblia que los conversos baezanos estaban introduciendo entre los creyentes. Piedra a piedra a lo largo de sesenta años levantaron un convento digno pero pequeño siguiendo las trazas de los calzados trinitarios y dirigidas las obras por un arquitecto trinitario, resultando una bella iglesia “de una nave dilatada y embobedada y blanqueada, que la dispuso bien hermosa siendo ministro el Ilmo. Sr. D. Fray Bernardo de los Rios. La Capilla Maior tiene su crucero bien dispuesto, fabrica que hiço el Padre Predicador General Fray Alonso Lorida”. Sin embargo, no prosperó la comunidad calzada. Los descalzos hicieron acto de presencia en la ciudad y acapararon las vocaciones.

 

 

 

 

 

 

El convento venia existiendo desde el siglo XVII, pero la edificación de la iglesia no tendría lugar hasta el siglo XVIII, siendo el 26 de septiembre de 1745 cuando se inaugura esta[5].

 

 

En 1836, con la ley de desamortización de Mendizábal, se efectúa la demolición del convento, aunque no la de la iglesia, debido a la revolución del vecindario que evito su desaparición.

 

El edificio presenta grandes contrastes.

 

Los materiales del exterior son de sillería y mampostería de piedra y en el interior predomina la yesería. En cuanto a las formas, la planta exteriormente es un octógono con un cuerpo adosado rectangular y una torre, mientras que interiormente el esquema de planta corresponde a un ovalo, con dos mas pequeños en la cabecera y en los pies.

 

La fachada principal adopta la disposición conventual del siglo XVII, un rectángulo rematado por un gran frontispicio con un óculo en su tímpano. Sobre las columnas hay entablamento y encima un frontón partido, con el escudo de la Orden coronado en el centro y un flamero a cada lado.

 

 La torre, adosada, presenta tres alturas divididas por molduras, que se continúan en la fachada.

 

Las dos primeras son de planta cuadrada, mientras que la tercera es octogonal, con pináculos en las esquinas achaflanadas y vanos de arco de medio punto para cobijar las campanas. Las fachadas laterales poseen tres óculos ovalados moldurados.

 

Tras la desamortización, el templo siguió abierto al culto hasta la Guerra Civil. A partir de ese momento, entraría en un lamentable estado de ruina cuyo punto más bajo llegó en 1974 con el hundimiento de su cubierta, lo que provocó la destrucción de su bóveda y de su retablo mayor de bello estilo barroco. Tras más de dos décadas de una profunda reconstrucción, en 1993 concluye, convirtiéndose la iglesia en auditorio y salón de actos culturales.

 

Aunque en la actualidad como ya he dicho, el inmueble se utiliza para actividades culturales, todos los Jueves Santos la iglesia de los Descalzos recupera parcialmente su originaria función, pues desde ella sale la cofradía del Rescate, que aquí fue fundada a principios del siglo XVIII[6].

 

Pasemos a hablar de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Trinidad. El origen la hermandad habría que buscarlo en las primeras décadas del siglo XVIII, cuando se difunde entre los conventos trinitarios la devoción al Cristo de Mamora, popularmente conocido como Cristo de Medinaceli, rescatado en Argel en 1682; pero la hermandad tiene sus primeras noticias documentales fechadas en 1736, aludiendo a la donación de una imagen de este templo de la Trinidad Descalza. Tras la pérdida de enseres que sufrió en los años de la Guerra Civil, la Cofradía se reorganizó en el año 1944, en la que es hoy su sede Canónica, la parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés Apóstol.

 

Imagen Actual de Jesús del Rescate, antes de su restauración. Foto Andrés Catena

Los primeros rayos del sol, comienzan a iluminar la mañana del Jueves Santo, un pellizco en el corazón encoge el alma de los baezanos que esperan ansiosos en la Plaza de los Descalzos para ver salir al Rey de Reyes; María Santísima de la Trinidad, ya aguarda, silenciosa  y lo espera expectante a que haga su salida triunfal por el arco de la iglesia que un día fue su morada. Las calles se abren para dejar pasar al Divino Caminante, junto a Él, el pueblo recorre también esas calles que recuerdan el sendero de la vida; Meciéndose silenciosa va María detrás, mujeres trinitarias van guiándola y ella nos guía en los caminos del amor. Con el último esfuerzo de la mañana el Templo Mayor de la ciudad espera recibir a Jesús al sonido de cornetas y tambores y una voz que entona una saeta, permitiendo disfrutar unos minutos mas estos dos pasos en la calle.

 

Cristo del Rescate en la actualidad

PASO DE CRISTO

 

Amadeo Ruiz Olmos firma en 1946, la imagen del Cristo del Rescate, aunque la imagen fue retallada y profundamente transformada en el año 1995 por D. Antonio J. Dubé de Luque con un estilo neobarroco, la talla presenta una gran plasticidad y una gran humanidad, destacando especialmente el rostro cabizbajo con una mirada perdida y la tensión que presentan las manos atadas debido al momento de la Pasión que se refleja en este paso de misterio.

 

PASO DE LA VIRGEN

 

La imagen de María Santísima de la Trinidad se adquiere en el año 1947, obra anónima e igualmente transformada en 1994 por D. Antonio J. Dubé de Luque, quien por las características que la imagen presentaba, la atribuyó a D. Antonio Illanes Rodríguez, la Virgen se presenta con una mirada implorante y suplicante al Cielo, dejando entrever la angustia de los momentos por lo que en ese momento está pasando.




Interior de la Iglesia de los Trinitarios Descalzos de Baeza. Semana Santa 2023




 

FOTOGRAFIAS DE AIDA FERNANDO AÑO 1995



Otra importante actuación de la última década del siglo pasado fue la restauración de la Iglesia de los TRINITARIOS DESCALZOS para su uso dotacional como salón de actos y reuniones. Descartando la restauración radical y bajo el principio de mínima intervención, se llevó a cabo la reconstrucción en madera de la gran bóveda que cubría el templo apoyada sobre zuncho de hormigón perimetral y se reconstruyeron algunos de los balcones desaparecidos, diferenciando los elementos originales y los restaurados. Las faltas en los revestimientos de estucos coloreados y yesos originales se completaron dejándolos en color blanco para diferenciarlos. En la fachada exterior y como elementos de fases constructivas contemporáneas previas, se respetaron y dejaron vistos los balcones y las entradas laterales de momentos constructivos precedentes, disponiéndose también pasarelas de acero en el acceso desde el convento al coro y a la torre-campanario. Se terminó el pavimentado interior de mármol y se dispuso un enlosado en el espacio anterior de la fachada principal de la iglesia. 

 

Final del formulario

 

 

Juan Ángel López Barrionuevo.

 

 

 

 

Fuente

https://www.semanasantabaeza.com/el-rescate

 

https://baezafotografiaehistoria.blogspot.com/

 

Iglesias de Úbeda y Baeza. AUTOR: José Joaquín Quesada Quesada. 

 

Fotos de https://baezafotografiaehistoria.blogspot.com/

Andrés Catena

Juan Ángel López Barrionuevo



[1] Una moderna bóveda de madera cubre la nave de una iglesia que ha sido transformada en moderno salón de actos públicos, salvaguardando, por encima de todo, el espíritu original del edificio.

 

[2] Desde 1979, la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Trinidad vuelve a realizar su estación penitencial en la Madrugada del Jueves Santo, desde su antigua sede de los Descalzos, edificio recientemente rehabilitado, aunque para uso civil, por lo que la institución sigue dando culto a sus imágenes en la segunda capilla del lado del Evangelio en la iglesia parroquial de San Andrés y trasladando las imágenes al que fue templo trinitario para la estación penitencial.

 

[3] que firman ante el notario, de haber entregado 590 reales a los maestros de obras Bartolomé Lechuga y Andrés Guerrero, que les deben por «hacer un lienzo de claustro en el dicho colexio y acabarlo en la forma que estaban obligados [...] según que se declara en la segunda escritura que se otorgo ante mi, el escribano, el 28 de febrero del año pasado de seis zientos treinta i nuebe, a quien todo se remite».

[4] « dijo que de presente en el dicho combento se prosigue la obra que esta començada y por ser muy importante el que se continue y para ello es necesario alguna cantidad de piedra de canteria y por aberse reconozido aberla muy a proposito en el exido desta dicha çiudad, pidio y suplico, por ser para obra tan pia, de dar lizenzia que se saque la dicha piedra del dicho exido para proseguir la dichabra, dejando llanos los oyos que para ello se hizieren »

[5] (Documentación de los señores de Mejías Garrido y Rus Jiménez): Inauguración espléndida, en la que hubo repique de campanas y larga procesión con representaciones civiles y eclesiásticas, por calles y plazas transitadas por las hermandades penitenciales durante la semana santa. Hubo después, a la noche, nuevo repique de campanas, iluminación en la torre de la iglesia con 154 faroles y fuegos de artillería; las fiestas se repitieron al día siguiente con la misma solemnidad.

 

[6] Como consejo a la Semana Santa de Úbeda, ¿no podía tomar ejemplo de esta cofradía baezana, las cofradías de la Oración en el Huerto y de Nuestra Señora de las Angustias?, para poder seguir realizando sus estaciones de penitencia, desde su lugar de fundación: El Hospital de Santiago.

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