9 may 2023

Los Leones de la Plaza Vázquez de Molina de Úbeda... Obra de Juan de Ávalos


León obra de Juan de Ávalos y Palacio Juan Vázquez de Molina



Historia de la Plaza Vázquez de Molina Úbeda Todo comienza tras la Reconquista, cuando las ciudades de Úbeda y Baeza sufren un gran cambio en plena época Renacentista, por lo que podemos observar hoy día, como esta plaza es el mayor exponente de esta arquitectura. Destaca el nombre de Don Francisco de los Cobos, secretario y hombre de confianza del emperador Carlos V, en plena expansión del Imperio español por la recién descubierta América. Por tanto, no es de extrañar, que la mayoría de edificios notables de estas ciudades provenga del dinero que abundaba en la época y gracias a Francisco de los Cobos.

Basilica de Santa _María y uno de los Dos Leones



 ACERCA DE ESTE LUGAR 

La Plaza Vázquez de Molina constituye uno de los mejores ejemplos de urbanismo renacentista que existen en España. Éste ha sido uno de los motivos para que esta plaza, junto con parte del conjunto monumental de Baeza fuesen declarados en 2003 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La plaza se encuentra configurada como la unión de varios espacios que le dan un conjunto trapezoidal, es un bello cuyas perspectivas, encuadres y estampas se hallan en las esquinas de tantas calles como llegan hasta ella. Es el lugar ideal para comenzar un itinerario turístico por la monumental ciudad de Úbeda. 

 La plaza había sido hasta el siglo XV una honda vaguada al pie del "Postigo del alcázar", por la cual discurría el arroyo de la Azacaya. Cuando la nobleza deja el alcázar, a principios del siglo XVI, el terreno empezó a ser explanado, siguiendo la idea de renovación propia del Primer Renacimiento y de dominio del hombre sobre el medio, empleándose en parte los escombros y materiales del antiguo alcázar, que se terminó de demoler en 1507. En principio, se plateó como un espacio casi rectangular, pero el pósito, que había sido construido en el centro de la plaza cuadrada con mucha polémica, hizo que se tuviera que cambiar toda la alineación, adquiriendo definitivamente la actual configuración de plaza en L. 

A partir de éste momento, en menos de 30 años, se culminaron todas las empresas edilicias de la plaza, de la mano de sus diferentes promotores, básicamente de la saga familiar de los Molina-Cobos. 
 
Por fin la ciudad como protagonista de su historia, podía disponer de un espacio áulico para la representación de sus más conspicuos linajes, un asombroso marco escénico para celebrar su propia eternidad. Los edificios que podemos encontrar en la plaza son: 

 Palacio del Deán Ortega 
Ruinas del Palacio de don Rodrigo Orozco 
Palacio Vázquez de Molina 
Leones de la lonja de Santa María. 
Palacio del Marqués de Mancera 
Antiguo Pósito 
Cárcel del Obispo 
Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares 
Sacra Capilla de El Salvador

Los Leones de la Plaza de Vázquez de Molina.

Situados en la lonja de la Basílica de Santa María de los Reales Alcázares, fueron realizados en la década de 1950 del siglo, por el escultor Juan de Ávalos,.

Estos representan,  a Los doce leones rampantes y lenguados que figuran en el escudo de armas de Úbeda, rodeando la corona, recuerdan la celebrada hazaña de doce caballeros oriundos de la ciudad que  se batieron en un duelo decisivo en el sitio de Algeciras el 23 de marzo de 1344.

Los doce eran miembros del Concejo de Úbeda: Diego López de Dávalos, Pero Gil de Zático, Gonzalo Fernández de Molina, Gil Martínez de la Cueva, Juan Alonso de Mercado, Juan Sánchez de la Trapera, Diego Mexía de Molina, Juan Sánchez de Aranda, Pedro Rodríguez de los Cobos, Alonso Porcel, Alonso de San Martín y Benito Sánchez del Castillo.

Estos caballeros peleaban al lado del rey de Castilla, Alfonso XI, cuyas tropas ponían cerco al ejército de la media luna en la plaza de Algeciras desde hacía veinte meses. Antes de ser conquistada, destacó el hecho de un desafío que provocaron doce caballeros moros de la guarnición de la ciudad, retando en duelo a igual número de caballeros cristianos. El monarca interpeló a sus capitanes pidiendo doce voluntarios valientes. Los doce caballeros ubetenses antes mencionados dieron un paso al frente y se ofrecieron sin dudarlo a su rey.

Los caballeros de ambos bandos se enfrentaron a caballo, provistos de armaduras, lanzas, escudos y monturas en una justa donde los jinetes islamitas sufrieron una derrota contundente.

Basílica del Valle de los Caídos.



Juan de Ávalos y Taborda

(Juan de Ávalos García Taborda; Mérida, 1911 - Madrid, 2006) Escultor español. Su escultura, de un monumentalismo rotundo, es la más representativa del arte español vinculado al franquismo. Alcanzó notoriedad por sus trabajos para el Valle de los Caídos (Madrid), en especial por las gigantescas figuras de los Evangelistas.


Juan de Ávalos

Inició su formación artística en un taller de restauración de muebles y antigüedades de Madrid y completó sus conocimientos en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (1926-1931). Profesor de modelado y vaciado desde 1933 y director de la Escuela de Artes y Oficios de Mérida desde 1936, ese mismo año fue nombrado subdirector del Museo Arqueológico de su ciudad natal. Al inicio de la Guerra Civil (1936-1939) desertó del ejército republicano y se incorporó al de los nacionalistas.

Tras el conflicto bélico, Juan de Ávalos llevó a cabo numerosos encargos de carácter religioso y monumental en los que intentó plasmar, de forma esquemática y realista, los rasgos raciales y la personalidad ibéricos, convirtiéndose así en el escultor más representativo del régimen del general Francisco Franco. En 1945 se trasladó a Lisboa, donde llevó a cabo esculturas de línea vanguardista y abstracta que firmó con el pseudónimo de Arturo Sánchez.

En 1951 se le encargó la Piedad de la cripta y el grupo escultórico de los cuatro evangelistas que sirven de base a la cruz del monasterio benedictino de la Santa Cruz del Valle de los Caídos (Madrid). Para esta obra de carácter colosalista empleó cuatro años de trabajo y utilizó nuevas técnicas para trasladar los bocetos a su tamaño definitivo.


Piedad, de Juan de Ávalos (Valle de los Caídos, Madrid)

En la década de 1960 trabajó en países iberoamericanos, Estados Unidos y varias localidades españolas. En 1964 realizó una exposición en Nueva York y Washington y participó en la colectiva XXV Años de Arte Español (Palacio de Exposiciones del Retiro, Madrid). Establecido en Madrid, experimentó en el campo de la joyería y en el diseño de pequeño formato. Esculpió el monumento al torero Manolete en Córdoba, el dedicado a Jiménez Díaz en Madrid y el mausoleo en alabastro de los Amantes de Teruel para la iglesia de San Pedro de esta ciudad, e inició los monumentos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús en Guayaquil (Ecuador) y a Cuba, financiado éste por la colonia española de la isla (1958).

En alguna de sus obras se combinan las estructuras arquitectónicas y los relieves alegóricos esquematizados, como ocurre en el Monumento a los héroes del Alcázar de Toledo, en la Fuente de la Paz o Monumento al Generalísimo Franco de Santa Cruz de Tenerife y en el Monumento a la Independencia de Santo Domingo (República Dominicana), ciudad para la que también realizó las estatuas estilizadas en bronce que representan a literatos españoles.

Es común en sus composiciones la aparición de personajes que sujetan figuras caídas, así como ángeles y figuras alegóricas de rostro inexpresivo. La repetición de modelos y grupos escultóricos es también una característica de sus esculturas religiosas y, en especial, de sus pasos procesionales. El estudio de su producción se completa con los retratos (que comenzó a realizar en 1940 y que de modo general presentan una aproximación fisonómica pero adolecen de inexpresividad e idealización) y con las figuras de pequeño tamaño, los mimos, entre los que destacan los desnudos femeninos. Es también interesante su labor en el campo de la restauración y en el terreno arqueológico, en el que destacó por su participación en el inventario de la colección del Museo de Mérida y en la reconstrucción del peristilo del teatro romano de dicha ciudad.

Obras de Juan de Ávalos pueden verse en Santa Cruz de TenerifeTeruelBarbastroZaragozaPuerto RicoLeónOviedoGuayaquil (Sagrado Corazón), La Habana (Homenaje a Cuba), República Dominicana (Esculturas Plaza de la Bandera), entre otros lugares. En una de las plazas de Esquivias (Toledo) se alza el monumento dedicado al cervantista Luis Astrana Marín; y también una estatua gigante de Cervantes. La estatua dedicada a Rocío Jurado en su localidad natal. En Benidorm (Alicante) se puede contemplar el Monumento "als morts en la mar" en la plaza de la Señoría, cuyo solar donara al Ayuntamiento el almirante D. Julio Guillén Tato el cual tiene, en la plaza del Palacio del Viso del Marqués (Ciudad Real), un busto con la factura de Ávalos. En Burgos se conserva la estatua ecuestre del conde Diego Porcelos (fundador de la ciudad) y el Monumento a las Fuerzas Armadas. La ciudad de Úbeda exhibe en la plaza de Vázquez de Molina, frente al palacio homónimo, dos leones y en la iglesia de Mondragón un Cristo. En la Catedral de Madrid se custodia un Cristo Yacente debido a su mano. En El Espinar una Piedad.


Fuentes:

Semer Turismo

Wikipedia
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Juan de Ávalos». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/avalos.htm [fecha de acceso: 9 de mayo de 2023].

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