Juan Ángel López Barrionuevo
Fachada Principal de la Iglesia de los Trinitarios Descalzos
Según
Wikipedia, la estación
de penitencia es el nombre que se da a la procesión que las hermandades pasionistas
realizan en Semana Santa por las calles, siempre y cuando durante su
recorrido la cofradía haga visita (de aquí el término "estación") al
menos a un templo. En caso de no producirse dicha estación, el
término procesión de penitencia suele ser el más adecuado.
En varias ocasiones, durante a lo largo de la
historia, las obras que ha sufrido la Iglesia del antiguo Convento de la
Santísima Trinidad de Úbeda, en la década de 1960, de 1981 a 1984 en el cual se realizaron
diversas reparaciones en las cubiertas y bóvedas. Y ya en el presente siglo XXI,
desde el mes de noviembre de 2005 hasta marzo de 2009, por motivo de obras de
mejora y restauración que se desarrollaron en el interior, obligaron a mantener
la Iglesia, cerrada al culto, afectando a los cultos de la Cofradía del Santísimo
Cristo de la Expiración, y Nuestra Señora de los Dolores, donde las imágenes titulares
de esta, se vieron obligadas a trasladarse, a la Iglesia Parroquial de San
Nicolás de Úbeda, sin embargo durante todos los años en que se hallaba clausurada
la iglesia de la Trinidad al culto, la Cofradía, todos los Viernes Santo, formaba
su estación de Penitencia desde este templo Trinitario.
Ahora
nos trasladamos a Baeza y vamos a hablar, de otra Iglesia que, aunque no tenga
culto desde el año 1936, desde ella todos los Jueves Santo, una hermandad de
Semana Santa, sigue realizando estación de penitencia, de la misma. Me refiero
a la Iglesia de los Trinitarios Descalzos y a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús
del Rescate.
Iglesia De Los Trinitarios Descalzos
De Baeza, Ejemplo De Iglesia Sin Culto Donde Se Inicia Estación De Penitencia
La iglesia de los trinitarios descalzos, de Baeza, también conocidas como iglesia del convento de Jesús de los descalzos, se encuentra situada en el interior de su casco histórico y tradicional
El interior es puramente barroco, el único ejemplo de planta elíptica en Baeza, con capillas pequeñas laterales. Tras la restauración llevada a cabo en lo años noventa y tras el derrumbe de buena parte de la bóveda central, la cubierta original se sustituyó por una bóveda encamonada de madera. Se remata con una cornisa de yeso decorado con motivos vegetales barrocos. |
Situada en la plaza de Cervantes, se encuentra la Iglesia de
los Trinitarios Descalzos, que fue construida en el siglo XVIII junto al
convento de la orden, construido el siglo XVII. Tras la Desamortización de
Mendizábal, el convento fue derribado, como tantos otros. El templo que lleva cerrado
al culto en 1936, es sobrio pero elegante, de estilo barroco, con una llamativa
torre cuadrada rematada en forma octogonal. El interior es puramente barroco,
con escasa decoración. La Iglesia de los Descalzos es el único ejemplo de
planta elíptica en Baeza. En los años noventa el edificio fue rehabilitado
profundamente, y la obra fue reconocida por la organización Europa Nostra por
“la respetuosa restauración de la iglesia, que incluyó la sustitución de la
anterior bóveda hundida, y su reconversión en moderno auditorio”.
Si una Orden deseó un convento en Baeza con
verdadera pasión fue la Trinidad Descalza. El Reformador trinitario, fundador
de la descalcez, San Juan Bautista de la Concepción, llegó a Baeza alentado por
la fama universitaria de la ciudad, don de esperaba cosechar muchas vocaciones.
Solicita
licencia al obispo y se encuentra con una tozuda negativa rayana en la
paranoia. Sancho Dávila y Toledo no quiere más conventos en la ciudad. Fray
Juan Bautista, desafiante, alquila una casucha en la calle Platería (1606).
Tan mísera era que los frailes se reunían a
capítulo en la cuadra, por ser el recinto más espacioso de ella. Y los
trinitarios descalzos desearon su convento durante nueve años, en los que el
enfrentamiento con el obispo los llevó, incluso, a la excomunión. Sólo cuando
la mano todopoderosa del valido Duque de Lerma, protector de la Orden, tomó
cartas en el asunto se zanjó la cuestión.
El
obispo fue trasladado a Sigüenza y los trinitarios descalzos fundaron su
convento. El espacio elegido fue la parte alta del Ejido, al NO, y levantaron
su casa conforme a lastrazas habituales de las casas trinitarias y con la misma
escasez de medios
Tal es así que en 1649 aún están en obras,
como demuestra el documento. No
debieron de quedar muy contentos los trinitarios descalzos de estas obras,
quizás porque diez años les pareciera demasiado tiempo para hacer un lienzo del
claustro; lo cierto es que los despachan, «que la dicha obra se quede en el
estado en que está y la piedra que ai traida y labrada se quede para el dicho colexio
» y todo se zanja pagándoles lo que les deben, los 590 reales que «los dichos
Bartolomé Lechuga y Andres Guerrero otorgaron aber rezibido y realmente
entregados a su voluntad », siendo ministro fray Pedro de la Ascensión . Es el
único documento relativo a obras del convento que he encontrado, quizás porque
fueran los propios frailes los que levantaran la casa siguiendo las
indicaciones de los arquitectos de la orden, que los había, como fray Pedro del
Espíritu Santo que trazó la Trinidad descalza de Antequera.
Iglesia y convento totalmente de piedra,
empeñados en ello sacaron los materiales de los lugares más variados, de las
murallas, de casas derruidas, de canteras, etc. Para ello solicitaban la
pertinente licencia al cabildo y una vez concedida procedían al traslado de
materiales. Así, ocurrió, por ejemplo, en 1654 en que fray Gaspar del Santísimo
Sacramento, ministro del convento de los descalzos. La
obra a que hacen referencia es también del convento, pues la iglesia no se
comenzaría hasta 1713, frente a la creencia de que la iglesia se construyó en
1741, y se prolongó hasta bien entrado el siglo XVIII
Así, el 10 de noviembre, fray Juan de San
Calixto, ministro del convento «presento un memorial suplicando a la ziudad
se le conzediese lizenzia para que de las ruinas de las murallas y sitios della
sacase materiales para la iglesia que pretende prinzipiar para dicho su colexio».
La Ciudad le otorgó la licencia para sacar piedra de la cantera del alcázar,
pero no a coger piedras de las murallas. En la actualidad aquel tan deseado
convento es inexistente y el templo, reconvertido en auditorio, es una de las
joyas de la ciudad. Más modesta fue la construcción de sus hermanos los
Trinitarios Calzados quienes también acudieron en repetidas ocasiones al
cabildo solicitando licencia para aprovechar los materiales de casas derruidas
y para abrir canteras en el ejido. Por ejemplo, cuando necesitaron piedra «para
levantar un quarto del dicho convento por tener nezesidad de parte donde aviten
los relijiosos, que en ello se les ara merced y limosna»
Los Trinitarios Calzados (1502) al llegar a Baeza
habían fundado en una ermita derruida y abandonada, Santa Catalina, en el
barrio judío, un espacio que antes había sido sinagoga. Fue el obispo de Jaén,
Alfonso de la Fuente del Sauce, quien facilitó la vivienda a los frailes, que
vinieron de Úbeda, con la condición de que su apostolado se dedicara a corregir
las distintas desviaciones de la Biblia que los conversos baezanos estaban
introduciendo entre los creyentes. Piedra a piedra a lo largo de sesenta años
levantaron un convento digno pero pequeño siguiendo las trazas de los calzados
trinitarios y dirigidas las obras por un arquitecto trinitario, resultando una
bella iglesia “de una nave dilatada y embobedada y blanqueada, que la
dispuso bien hermosa siendo ministro el Ilmo. Sr. D. Fray Bernardo de los Rios.
La Capilla Maior tiene su crucero bien dispuesto, fabrica que hiço el Padre
Predicador General Fray Alonso Lorida”. Sin embargo, no prosperó la comunidad
calzada. Los descalzos hicieron acto de presencia en la ciudad y acapararon las
vocaciones.
El convento venia existiendo desde el siglo
XVII, pero la edificación de la iglesia no tendría lugar hasta el siglo XVIII,
siendo el 26 de septiembre de 1745 cuando se inaugura esta.
En 1836, con la ley de desamortización de Mendizábal,
se efectúa la demolición del convento, aunque no la de la iglesia, debido a la revolución
del vecindario que evito su desaparición.
El edificio presenta grandes contrastes.
Los materiales del exterior son de sillería y
mampostería de piedra y en el interior predomina la yesería. En cuanto a las
formas, la planta exteriormente es un octógono con un cuerpo adosado
rectangular y una torre, mientras que interiormente el esquema de planta
corresponde a un ovalo, con dos mas pequeños en la cabecera y en los pies.
La fachada principal adopta la disposición
conventual del siglo XVII, un rectángulo rematado por un gran frontispicio con
un óculo en su tímpano. Sobre las columnas hay entablamento y encima un frontón
partido, con el escudo de la Orden coronado en el centro y un flamero a cada
lado.
La
torre, adosada, presenta tres alturas divididas por molduras, que se continúan
en la fachada.
Las dos primeras son de planta cuadrada,
mientras que la tercera es octogonal, con pináculos en las esquinas
achaflanadas y vanos de arco de medio punto para cobijar las campanas. Las
fachadas laterales poseen tres óculos ovalados moldurados.
Tras la desamortización, el templo siguió
abierto al culto hasta la Guerra Civil. A partir de ese momento, entraría en un
lamentable estado de ruina cuyo punto más bajo llegó en 1974 con el hundimiento
de su cubierta, lo que provocó la destrucción de su bóveda y de su retablo
mayor de bello estilo barroco. Tras más de dos décadas de una profunda reconstrucción,
en 1993 concluye, convirtiéndose la iglesia en auditorio y salón de actos
culturales.
Aunque en la actualidad como ya he dicho, el
inmueble se utiliza para actividades culturales, todos los Jueves Santos la iglesia
de los Descalzos recupera parcialmente su originaria función, pues desde ella
sale la cofradía del Rescate, que aquí fue fundada a principios del siglo XVIII.
Pasemos a hablar de la
Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de la Trinidad. El origen la
hermandad habría que buscarlo en las primeras décadas del siglo XVIII, cuando
se difunde entre los conventos trinitarios la devoción al Cristo de Mamora, popularmente
conocido como Cristo de Medinaceli, rescatado en Argel en 1682; pero la hermandad
tiene sus primeras noticias documentales fechadas en 1736, aludiendo a la
donación de una imagen de este templo de la Trinidad Descalza. Tras la pérdida
de enseres que sufrió en los años de la Guerra Civil, la Cofradía se reorganizó
en el año 1944, en la que es hoy su sede Canónica, la parroquia de Santa María
del Alcázar y San Andrés Apóstol.
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Imagen Actual de Jesús del Rescate, antes de su restauración. Foto Andrés Catena |
Los primeros rayos del sol, comienzan a
iluminar la mañana del Jueves Santo, un pellizco en el corazón encoge el alma
de los baezanos que esperan ansiosos en la Plaza de los Descalzos para ver
salir al Rey de Reyes; María Santísima de la Trinidad, ya aguarda, silenciosa y lo espera expectante a que haga su salida
triunfal por el arco de la iglesia que un día fue su morada. Las calles se abren
para dejar pasar al Divino Caminante, junto a Él, el pueblo recorre también
esas calles que recuerdan el sendero de la vida; Meciéndose silenciosa va María
detrás, mujeres trinitarias van guiándola y ella nos guía en los caminos del
amor. Con el último esfuerzo de la mañana el Templo Mayor de la ciudad espera
recibir a Jesús al sonido de cornetas y tambores y una voz que entona una
saeta, permitiendo disfrutar unos minutos mas estos dos pasos en la calle.
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Cristo del Rescate en la actualidad |
PASO DE CRISTO
Amadeo Ruiz Olmos firma en 1946, la imagen
del Cristo del Rescate, aunque la imagen fue retallada y profundamente transformada
en el año 1995 por D. Antonio J. Dubé de Luque con un estilo neobarroco, la
talla presenta una gran plasticidad y una gran humanidad, destacando
especialmente el rostro cabizbajo con una mirada perdida y la tensión que
presentan las manos atadas debido al momento de la Pasión que se refleja en
este paso de misterio.
PASO DE LA VIRGEN
La imagen de María Santísima de la Trinidad
se adquiere en el año 1947, obra anónima e igualmente transformada en 1994 por
D. Antonio J. Dubé de Luque, quien por las características que la imagen
presentaba, la atribuyó a D. Antonio Illanes Rodríguez, la Virgen se presenta
con una mirada implorante y suplicante al Cielo, dejando entrever la angustia
de los momentos por lo que en ese momento está pasando.
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Interior de la Iglesia de los Trinitarios Descalzos de Baeza. Semana Santa 2023
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FOTOGRAFIAS
DE AIDA FERNANDO AÑO 1995


Otra importante actuación de la última década del siglo pasado fue
la restauración de la Iglesia de los TRINITARIOS DESCALZOS para su uso
dotacional como salón de actos y reuniones. Descartando la restauración radical
y bajo el principio de mínima intervención, se llevó a cabo la reconstrucción
en madera de la gran bóveda que cubría el templo apoyada sobre zuncho de
hormigón perimetral y se reconstruyeron algunos de los balcones desaparecidos,
diferenciando los elementos originales y los restaurados. Las faltas en los
revestimientos de estucos coloreados y yesos originales se completaron
dejándolos en color blanco para diferenciarlos. En la fachada exterior y como
elementos de fases constructivas contemporáneas previas, se respetaron y
dejaron vistos los balcones y las entradas laterales de momentos constructivos
precedentes, disponiéndose también pasarelas de acero en el acceso desde el
convento al coro y a la torre-campanario. Se terminó el pavimentado interior de
mármol y se dispuso un enlosado en el espacio anterior de la fachada principal
de la iglesia.
Juan Ángel López Barrionuevo.
Fuente
https://www.semanasantabaeza.com/el-rescate
https://baezafotografiaehistoria.blogspot.com/
Iglesias de Úbeda y Baeza. AUTOR: José Joaquín Quesada Quesada.
Fotos de https://baezafotografiaehistoria.blogspot.com/
Andrés Catena
Juan Ángel López Barrionuevo
Una moderna bóveda de madera cubre la
nave de una iglesia que ha sido transformada en moderno salón de actos
públicos, salvaguardando, por encima de todo, el espíritu original del
edificio.
Desde 1979, la cofradía de Nuestro Padre
Jesús del Rescate y María Santísima de la Trinidad vuelve a realizar su estación penitencial
en la Madrugada del Jueves Santo, desde su antigua sede de los Descalzos,
edificio recientemente rehabilitado, aunque para uso civil, por lo que la
institución sigue dando culto a sus imágenes en la segunda capilla del lado del
Evangelio en la iglesia parroquial de San Andrés y trasladando las imágenes al
que fue templo trinitario para la estación penitencial.
(Documentación de los
señores de Mejías Garrido y Rus Jiménez): Inauguración espléndida, en la que
hubo repique de campanas y larga procesión con representaciones civiles y
eclesiásticas, por calles y plazas transitadas por las hermandades
penitenciales durante la semana santa. Hubo después, a la noche, nuevo repique
de campanas, iluminación en la torre de la iglesia con 154 faroles y fuegos de
artillería; las fiestas se repitieron al día siguiente con la misma solemnidad.