Los precedentes de las sillerías corales la tenemos que buscar en los asientos que se colocaban en los ábsides de las basílicas romanas para el magistrado y los asientos corridos para sus asesores.
En las primitivas iglesias tanto orientales como occidentales, tras la mesa del altar, en el centro, se situaba la cátedra exenta del Obispo, realizada bien en piedra, bien en madera, y detrás de ella, adosados al ábside, los bancos corridos pétreos para los concelebrantes. Ejemplos significativos de estos coros primitivos lo tenemos en la Iglesia de Santa Irene de Constantinopla.
Con el desarrollo de la liturgia, los bancos corridos adosados al ábside entorpecían el normal desarrollo de las ceremonias, lo que dio pie por un lado, a la construcción de ábsides más profundos y por otro, al traslado de las sillerías coral bien a la capilla mayor, bien a la nave central, mermando en este caso el espacio disponible para los fieles.
Con la contrarreforma y tras el concilio de Trento, con el fin de acercar más el pueblo fiel al sacrificio de la misa, se fueron trasladando nuevamente las sillerías corales desde el primer tramo de la nave central al presbiterio, dando lugar como el caso francés a capillas más largas y profundas para acoger a un numero cada vez más elevado de canónigos. Sin embargo en la España de Felipe II se produce el caso contrario, la sillería pasa del presbiterio al primer tramo de la nave central.
La construcción de la tribuna es coetánea a la de la iglesia funeraria. Efectivamente el coro ocupa todo el ancho de la nave de salón de el Salvador y llega desde el hastial hasta la vertical del primer arco fajón de la bóveda del templo. Su ubicación responde al modelo constructivo de los Reyes Católicos. La colocación del coro a los pies del templo constituye una de las tres modalidades de emplazamiento más frecuente en los templos españoles. Si el coro de los pies está en lo alto, es usual disponer de otra sillería en la planta baja del templo, tal como antaño ocurrió en la ubetense capilla funeraria de el Salvador. Los casos de coro a los pies ya en la planta baja son abundantes en nuestro país. Así, tenemos, por ejemplo, los de los monasterio de los Jerónimos de Granada; Santo Tomás de Ávila…
Gracias a los estudios de Martínez Elvira se ha clarificado la autoría de tan magnifica sillería, desgraciadamente desmantelada en la Guerra Civil. Blas de Briñó fue el entallador de tan magna obra, comenzada en 1556. Doble sillería de madera de nogal; muy bien tallados con medallones, grutescos y molduras de excelente ejecución; los quince sitiales altos, en cuyos respaldos separados por balaustres estaban talladas figuras de Santos; Apostolado; Arcángeles San Miguel y San Gabriel. El sitial del Capellán Mayor simbolizaba la Encarnación de la Virgen María. El órgano obra de Javier Fernández del siglo XVIII, ha sido restaurado recientemente.
Desde 1998, la Fundación Casa Ducal Medinaceli, viene desarrollando obras de embellecimiento y mejora en el templo panteón de Francisco de los Cobos.
Entre los proyectos que ya se han desarrollado destaca la mejora del pavimento, restauración de la sacristía, bóveda de la antesacristía y antigua capilla del sagrario y recuperación de los frescos de la cúpula mayor y órgano, obras subvencionadas por el Ministerio de Cultura. Aún queda pendiente pintado y mejora de los muros y bóvedas de la nave y capillas, como la instalación de un Museo de arte Sacro de la Fundación; o la reconstrucción de la sillería alta…
Recientemente. desde el mes de Abril de 2012; ya se puede ver completado el montaje de un lateral de la Sillería del Coro alto de El Salvador de Úbeda. (Obra del entallador y ensamblador giennense Blas de Briño, esta sillería fue realizada entre 1556 y 1561 por encargo del Deán Ortega que actuaba en nombre de la viuda de don Francisco de los Cobos, Doña María de Mendoza. Desmontada para salvarla del expolio que la Capilla sufrió durante la Guerra Civil, la mayoría de sus piezas fundamentales, las de que tienen talla figurativa, se han conservado. Tras una paciente restauración de éstas y reconstrucción, con ayuda de fotografías y de la documentación original, de las piezas pérdidas que formaban su estructura, se ha podido reensamblar en la tribuna del Coro alto, el lateral del Evangelio de esta magnífica sillería renacentista).
Por ultimo, en cuanto al enlosado de la tribuna del coro alto, hemos de destacar su bello pavimento de cerámica formado por bellos dibujos de lacería mudéjar.
Fuente y foto: Casa Ducal de Medinaceli.
No hay comentarios:
Publicar un comentario