15 abr 2009

Fernando III El Santo; 775 Años De Cultura Cristiana En Úbeda.


ARTICULO PUBLICADO EN EL ESPECIAL DE FERIA DE SAN MIGUEL 2008, DEL SEMANARIO LOCAL ÚBEDA INFORMACIÓN.
Queridos paisanos, Personalmente nunca he hecho demasiado caso de las fechas y aún menos de las llamadas efemérides históricas. La historia, si de algo vale, es de maestra y, en consecuencia, si algo está llamado a provocar es la serena reflexión individual y colectiva sobre nuestra propia identidad. Lejos deben de quedar, por tanto, las celebraciones, tantas veces vacías, siempre recargadas de clamorosas expresiones colectivas, tras cuya énfasis se escatima y esconde lo saludable de una reflexión critica sobre nosotros mismos y nuestra realidad en el tiempo.

Y este año es propicio para ello. 1233 – 2008. Dos fechas para el recuerdo y, entre ellas, un largo período de convivencia. 775 años de vida ciudadana desde que antes (Julio de 1233) de un remoto 29 de septiembre nuestra Úbeda, “La Bella Durmiente” se incorporaba al marco occidental. Castellano por más señas, de una nueva cultura Cristiana.
El primer impulso a la Reconquista por parte de Castilla lo dará Alfonso VI, con la conquista de Toledo en 1085, tras lo cual el avance se frena, por la presencia en Al-Andalus de los imperios africanos almorávides y almohade. El segundo se deberá a Alfonso VIII, que llegará hasta Sierra Morena y derrotará a los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), posibilitando así el tercer y más importante avance, a cargo de Fernando III de Borgoña, llamado el Santo, fue Rey de Castilla (1217 – 1252) y de León (1230 – 1252). Es también conocido como Santo Rey Don Fernando, que fue canonizado por la Iglesia Católica en 1671, siendo papa Clemente X .
Hijo del rey Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla, el Papa Inocencio III en 1204 declaró nulo el matrimonio alegando el parentesco de los cónyuges, tras lo cual Berenguela volvió a la corte de su padre (el rey de Castilla) con todos sus hijos.
Tras la temprana muerte del rey de Castilla Enrique I, hermano menor de su madre y la abdicación de ésta, obtiene en 1217 el reino de Castilla. Una vez nombrado rey, tuvo que enfrentarse a la casa de los Lara por una revuelta nobiliaria, fomentada por el vecino rey de reino de León. Contrae matrimonio con Beatriz de Suabia (1219). A partir de 1224, aprovechando las discordias surgidas entre los almohades a la muerte de Abu Yacub Yusuf, dedicó su esfuerzo a dirigir las campañas de conquista de los territorios dominados por los musulmanes, combinando hábilmente las acciones diplomáticas con beneficiosas intervenciones bélicas que se valían de las discordias existentes en los distintos reinos musulmanes. Así, entre 1225 y 1227 las tropas castellanas conquistan Andújar, Martos y Baeza, lugares clave para la conquista de Andalucía.
Tras lograr la unión de sus reinos, se dedica de manera sistemática a la conquista del valle del Guadalquivir. En 1231 conquistó el pueblo de Cazorla en Jaén, junto al arzobispo de Toledo, Don Rodrigo Jiménez de Rada. En los años siguientes cayó Úbeda, en 1233. Y Córdoba en 1236. Desde entonces fue avanzando por el Guadalquivir. Jaén es conquistada tras años de ataques en 1246 y en noviembre del año 1248 se apodera de Sevilla, tras quince meses de asedio y con el auxilio del marino Ramón de Bonifaz, a quien el rey había encargado en 1247 la formación de una flota con naves procedentes del Cantábrico y con la que habría de remontar el río Guadalquivir y completar el cerco sobre la ciudad. A la toma de Sevilla siguió la de Medina Sidonia y Arcos de la Frontera entre otras. Cuando falleció en 1252, preparaba una expedición contra el norte de África, tratando de evitar las posibles amenazas que pudieran proceder de esa zona.


La Úbeda árabe, alegre y bulliciosa, amante de la música y la danza, que nos describen los cronistas de la época, entraba de lleno en la órbita de una nueva realidad cultural. Era la infancia de Úbeda.

Y tras de esto, muchos años de historia hecha día a día, vivida en la grandeza y miseria de sus propias contradicciones, de sus deseos y limitaciones. La historia de una ciudad de recia personalidad, asombrosa.

En este largo camino de casi ocho siglos ha surgido, y no por casualidad, uno de los conjuntos urbanos más bellos de España. Patrimonio de la Humanidad, junto a Baeza, desde el 3 Julio de 2003.

Como último me limito a decir, que la historia no solamente sirve para conocernos mejor. Sirve para sentirnos comprometidos con nosotros mismos… y Úbeda, merece este compromiso.

FELICES FIESTAS DE SAN MIGUEL 2008.

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