En las dos primeras fotos, vemos el excelente resultado final de la reciente intervención, en la última observamos el estado inicial de la pintura mural, de la capilla de San Andrés de la iglesia de San Lorenzo; restauradas por Conservarte, gracias a la aportación económica de la Fundación Huerta de San Antonio.
21 nov 2018
24 oct 2018
Museo Castillo Palacio Francisco de los Cobos. Fotos de Juan Ángel López Barrionuevo.
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Resto arquitectónico, del desaparecido Patio del Castillo de Sabiote. |
Una de las mejores formas de
conocer la historia es a través de los museos. Por eso, las administraciones se
afanan es dotar de contenido a espacios muy representativos para que se
conviertan en un referente turístico y cultural. Es lo que ha ocurrido recientemente, con el Castillo Palacio de Sabiote, gracias
al acuerdo suscrito por el Ayuntamiento y la Diputación, un convenio que ha
permitido dar los pasos para su musealización.
El Castillo de Sabiote tiene su
origen en la reconquista, cuando ésta fue cedida a la orden de Calatrava en los
siglos XIII-XIV. Tras su adquisición por Francisco de los Cobos —secretario de
Estado del emperador Carlos I—, fue objeto de una amplia reforma en la que
intervino el arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira, y el escultor
Esteban Jamente.
Como sabemos, Sabiote a tan sólo
10 kilómetros de Úbeda, se encuentra también incluido dentro de La Ruta del
Renacimiento, junto a Baeza.
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Fortaleza Palacio de Francisco de los Cobos. |
A lo que vamos, el Castillo-Palacio de dicha localidad de
Sabiote; está construido frente al valle del Guadalimar y data del siglo XIII
(aunque por su posición estratégica tuvo funciones defensivas desde, al menos,
época romana). No obstante, lo que vemos ahora es la remodelación que realizó
el genial Vandelvira en 1543 para convertirlo en palacio renacentista para
Francisco de los Cobos, Secretario de Carlos V. Se considera la construcción
del siglo XVI más importante con fines militares que se hiciera en Jaén.
Es el ejemplo más antiguo que se conserva del modelo
castillo-baluarte renacentista.
Fue declarado Monumento Histórico en 1931.
Custodió el Pendón de la Orden de Calatrava, también en su
interior se guardó durante muchos años el San Juanito de Úbeda, escultura de
Miguel Ángel que acabaría en la Capilla del Salvador de dicha localidad.
En 1540 Francisco de los Cobos mandó fundir los cañones para
el castillo que estaba reformando y fueron usados en 1569, en la rebelión de
los moriscos en Granada, apoyando al Marqués de Camarasa. En 1777 se fundieron
de nuevo los cañones para aumentar las campanas del Savador de Úbeda.
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Escudo de armas de Cobos-Molina, en el desaparecido claustro del Castillo-Palacio |
Las tropas de Napoleón arrasaron el castillo quedando éste
en ruinas hasta que el Ayuntamiento de Sabiote, a quien la Casa de Medinaceli –
Camarasa se lo cedió gratuitamente durante 99 años en 1982, desde entonces ha
empezado a trabajar en su restauración.
Museo Castillo.
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Varios aspectos del Museo, dedicado a la figura de Cobos y Molina; y replica del San Juanito de Miguel Angel. |
“Hace años, Sabiote inició el
camino en el que nos encontramos hoy, al ser conscientes de la necesidad y
oportunidad de dotar a este castillo de una musealización que ofreciera un
aprendizaje de nuestra historia y de todo lo que en él y en nuestra villa ha
acontecido”, recuerda el ingeniero municipal, Pedro Torres, pieza fundamental
en el proceso. Desde el principio, como explica, se marcaron una línea de
trabajo con la empresa adjudicataria, Uniges-3 S. L., en base al proyecto
redactado por el equipo técnico de Musaraña S. L. y esta radicaba,
fundamentalmente, en que ni el castillo-palacio, como continente, ni el
conjunto de recursos museográficos expuestos como contenido, se elevaran uno
por encima del otro: “Se pretende que el conjunto sea un todo, en el que
destaquen, eso sí, los elementos arquitectónicos singulares existentes, ya que
el conjunto fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931, además de
estar catalogado como Bien de Interés Cultural”. Así, la temática fundamental
sobre la que se apoya la musealización presenta dos vertientes y, al finalizar
el recorrido propuesto a los visitantes, vuelve a fundirse en una sola. “Estas
son, primero, la evolución del castillo, como espacio físico”, como Torres
apunta. “Se constatan asentamientos humanos desde la Prehistoria, pasando por
su etapa como alcázar islámico, como fortaleza medieval de la Orden de
Calatrava y Castillo-palacio desde el siglo XVI”, destaca. Tras siglos de
abandono, para llegar hasta el estado que se puede encontrar hoy en día, fueron
necesarias “diferentes e importantísimas fases de restauración”, como apunta.
Así, una vez que al visitante se
le han ofrecido los orígenes y la evolución del espacio, se le muestra el
camino para que se sorprenda al descubrir la figura de Francisco de los Cobos yMolina, el señor de la villa de Sabiote desde que la compró en 1537. “Fue un
hombre universal al servicio del mayor imperio de la época y consejero de
Estado del emperador Carlos I de España y V de Alemania, un hombre natural de
la vecina ciudad de Úbeda que quiso ejecutar un castillo-palacio dotado de
ingeniería militar y arquitectura renacentista con Andrés de Vandelvira como
actor principal”, relata Torres. Así, se articula este relato en torno a ocho
salas musealizadas. “Recrean, por ejemplo, los aposentos privados de Francisco
de los Cobos, en las que se pueden encontrar mobiliario de época, grandes
tapices y regalos que le hizo el emperador, como el anillo y capa de coronación
en la ciudad de Bolonia”, describe. “Además, en la sala dedicada a su poder y
linaje, se ofrece al visitante la reproducción de la escultura del San Juanito
de Miguel Ángel Buenarotti, con los recursos necesarios para dar a conocer que
esta obra estuvo durante décadas en este castillo por deseo de su señor”,
apunta.
Un elemento común en el recorrido
es la exposición de piezas arqueológicas y arquitectónicas con las que un día
estuvo decorado el castillo renacentista, como enjutas, capiteles y escudos.
“Uno de los rincones que estamos seguros que más sorprenderán al visitante por
su insospechada belleza es el dedicado a las olambrillas, piezas cerámicas con
las que se embellecía el solado de las dependencias más importantes del
palacio”, resalta.
“El visitante también tiene la
oportunidad de divisar el horizonte desde los adarves de la fortaleza, no sin
antes asombrarse con lo expuesto estas semanas en la sala de exposiciones
temporales con la que se ha dotado el castillo. En esta ocasión, es la obra de
la pintora y escultora Carmen Bozzano, mujer que hace más de 30 años se enamoró
de Sabiote”, destaca.
Este es el resultado del trabajo,
energía e ilusión de más de sesenta personas que participaron en la
musealización, que contó con la financiación por parte de la Diputación de Jaén
de 150.000 euros, más otras acciones que complementan el proyecto, con la
dirección de los ingenieros del Ayuntamiento, Pedro Torres y Jesús García. “Al
propio Francisco de los Cobos se le atribuye la sentencia de que la fe, el
trabajo y la diligencia hacen estas y mayores cosas”, reconoce el propio
ingeniero, para resaltar el empuje y esfuerzo del alcalde, Luis Miguel López, y
toda la Corporación en este proyecto. “Como Heráclito sostuvo, los grandes
resultados requieren de grandes ambiciones”, concluye.
En las ocho salas musealizadas podemos encontrar, por
ejemplo, los aposentos privados de Francisco de los Cobos, en las que se pueden
encontrar mobiliario de época, grandes tapices y regalos que le hizo el
emperador. Así, en otra sala,
encontramos, la réplica del “San Juanito”, de Miguel Ángel, protagoniza la sala
dedicada al poder y linaje de Francisco de los Cobos en el castillo, en el que
se conservó durante años. A la izquierda, el escudo de Fernando III el Santo,
que reconquista la Villa a los musulmanes en el siglo XIII.
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Varios aspectos del Museo Palacio Castillo |
14 may 2018
Iglesia de Santo Tomás de Úbeda. Por Su Puesta En Valor
Los orígenes
La antigua iglesia parroquial de Santo Tomás Canturiense fue
levantada sobre una mezquita a raíz de la conquista de Úbeda por Fernando III
el Santo en 1233. Su hermosa fábrica la formaron tres espaciosas naves con
cuatro capillas laterales, una esbelta torre y entierro de la nobleza de su
colación. Tuvo dos accesos: uno orientado a las murallas de la ciudad, llamada
la «Puerta Baja», y otro a la Placeta del sitio.
Actualmente al lugar se le llama Gradeta de Santo Tomás en
la Calle Gradeta de Santo Tomás.
Existe documentación de esta iglesia desde el año 1298, en
referencia a un pleito sobre diezmos y posteriormente, ya en el siglo XV,
aparece citada con más frecuencia con motivo de la creación de distintas
capillas para los nobles de la ciudad.
Era la segunda en importancia de la ciudad, tras la iglesia
colegial de Santa María.
Después de que Francisco de los Cobos comenzara a construir
la Sacra Capilla de El Salvador, empezó
a perder importancia.
Se trataba de un hermoso templo a las espaldas del Salvador,
que se asomaba a la campiña sobre el saliente de La Loma. Debió de ser un
templo de tres naves y ábside único semicircular, en una tipología que entronca
con modelos románicos tardíos protogóticos, comenzado a construir casi de
inmediato a la definitiva toma cristiana de la ciudad.Tenía anexa un viejo Beaterio y el Hospital de San Pedro y
San Pablo.
Actualmente la principal estructura es un padrón circular,
que se mantiene en pie a través del tiempo y que indica al curioso el
emplazamiento de la antigua iglesia, que era espaciosa y tenía tres naves y
muchas capillas laterales, ofrecidas por las familias más nobles del lugar.
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Solar donde antaño se alzó la Iglesia de Santo Tomás. |
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Ruinas de San Juan Bautista de Baeza. Foto Ministerio de Fomento. Esperemos que la actual Corporación Municipal Regentada (2015-2019) por Dña. Toni Olivares, actúe en este lugar de una vez por todas y se ponga en valor este lugar, y que tome de ejemplo como se hizo en Baeza con las ruinas de San Juan Bautista, hace unos años, por la Escuela Taller. Delimitar el lugar con muros de piedra y verjas de forja, limpieza y excavación del solar, y adecenta miento general sería suficiente para que todos, visitantes y locales, puedan disfrutar de este lugar y un trozo de la historia de nuestra ciudad. |
Esperemos que la
actual Corporación Municipal Regentada (2015-2019) por Dña. Toni Olivares, actúe en
este lugar de una vez por todas y se ponga en valor este lugar, y que tome de
ejemplo como se hizo en Baeza con las
ruinas de San Juan Bautista, hace unos años, por la Escuela Taller.
Delimitar el lugar con muros de piedra y verjas de forja, limpieza y excavación
del solar, y adecenta miento general sería suficiente para que todos, visitantes
y locales, puedan disfrutar de este lugar y un trozo de la historia de nuestra
ciudad.
La capilla mayor
La capilla mayor del templo fue levantada a costa de la
noble familia de los Segura para su entierro, y a ellos se les entregó el
patronato. Fueron sus edificadores D. Mateo Sánchez de Segura y Dña. Isabel
Rodríguez, quienes por testamento en Úbeda el 30 de Noviembre de 1469 ante
Lorenzo Fernández la fundaron y dotaron.
En 1497 vemos patrono a D. Pedro de Segura, hijo de los
anteriores, quien, junto a su esposa Dña. Ana del Castillo, la enriqueció.
En 1526, Dña. Sancha Segura del Castillo y otros deudos la
dotaron de una capellanía y a mediados del siglo XVI D. Francisco de Segura
Afán de Rivera mandó labrar el retablo mayor al famoso artífice Julio de
Aquiles. Así consta ante Juan de Córdoba, escribano de Úbeda.
Entre las imágenes que se veneraron fue Santo Tomás Cantuariense,
sito en la hornacina central, imagen que, tras la ruina de esta iglesia, pasó a
la iglesia de San Pablo, donde fue destruida en 1936.
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Aspecto actual de los Restos del Ábside y Capilla Mayor. Fotos de Antonio Almago y José M. Almansa |
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Restos de un Capitel procedente del Ábside de Santo Tomás. Foto Francisco Merino |
Capilla de la Concepción
Situada al lado del Evangelio, fue la más espaciosa y
suntuosa de las capillas laterales. Aunque erróneamente se ha dicho que fue
construida por D. Diego de los Cobos de la Tovilla, regidor de Úbeda, lo cierto
es que se debió su edificación a su hijo, el célebre secretario D. Francisco de
los Cobos y Molina. En 1525, de Madrid vino a Úbeda D. Francisco a visitar a su
padre, pasando el Viernes Santo a Jaén a venerar el Santo Rostro. Visitó al
entonces Obispo, el Cardenal D. Esteban Gabriel Merino, quien le dio licencia
para edificar esta capilla, donando de limosna 4.000 maravedíes por la
concesión del terreno. Cobos fundó una capellanía para aplicar sufragios a sus
ascendientes, siendo su primer capellán D. Germán Vago. Pese a la edificación
del Salvador años más tarde, la capilla de la Concepción conservó su rango,
pues en ella se siguió celebrando el famoso jubileo de San Miguel Arcángel por
los clérigos de Santo Tomás.
En esta capilla fundó otra capellanía en 1463 Dña. Leonor
González de los Cobos, tía carnal del secretario Cobos y mujer de D. Pedro
Hernández de Molina. Esto nos da pie para afirmar que con anterioridad a 1525
existió otra primitiva capilla dedicada en Santo Tomás a La Concepción de
Nuestra Señora. Pero la levantada por el secretario Cobos fue tan de sólida
construcción que sobrevivió hasta 1950, año en que fue demolida junto a las
piedras armeras de los Cobos, Molina, Mendoza y Sarmiento.
Solo se conserva una fotografía de la derruida Capilla de
los Cobos. En la década de los cincuenta fue desmontada, para ser trasladada.
En los inicios de la década de los ochenta del siglo XX en la restauración de
la iglesia de Santo Domingo de Silos, esta portada es montada junto a otras
dos, en el antiguo coro del templo a los pies del mismo.
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Aspecto actual de la Antigua Capilla de los Cobos, en su ubicación de la Iglesia de Santo Domingo de Silos, |
Otras capillas
La capilla del Santo Cristo de la Salud custodiaba un
valioso y devoto Crucifijo al que Úbeda ofreció numerosas mandas. Su altar fue
de los llamados privilegiados al que en 1766 donó mil reales el presbítero D.
José Rubio Salas para que fuese enriquecido. De ella sabemos que fue edificada
por Dña. María Ruiz de Robledillo.
Nombradas del Sagrario existieron dos: una conocida por
«Capilla Alta» y otra por la del «Sagrario Bajo». En 1786, siendo prior de
Santo Tomás el Bachiller D. Francisco de la Peña y Quesada, ordenó su entierro
«a el pie del altar del Sagrario Bajo». Éste falleció siendo aún prior en 1802
y fue en efecto allí sepultado.
También los Barrero de Teruel poseyeron otra capilla
sepulcral en donde descansaron los cuerpos del que fuera inquisidor en 1570 y
24 de Úbeda D. Juan Barrero de Teruel y su esposa Dña. Ana Ruiz de Baeza,
descendiente de los Señores de Vizcaya
.
La capilla de San Eloy pertenecía en 1707 a la familia Raya
y en el altar del Santo Cristo de Burgos se mandó sepultar en 1802 el
presbítero D. Juan de Alaminos Cano.
Existió otra capilla dedicada al Cristo de la esperanza que
muy posiblemente fuese patronato del linaje de los Herrera.
Santo Tomás poseyó valiosos ornamentos entre los que
destacaron los donados en 1728 por su prior D. Juan González de Palomino y
León: a su costa se labraron una custodia con 80 onzas de peso, una hermosa
cruz parroquial y otra para el altar mayor y el báculo de Santo Tomás, todo de
plata de ley. Todo desapareció mucho antes que los muros de la Iglesia.
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Restos de las Capillas de Santo Tomás. Foto de Caballeros 24. |
Santo Tomás se rinde al tiempo y a la piqueta
Fue saqueada e incendiada durante la invasión francesa, y
durante todo el siglo XIX ya no dejó de deteriorarse. En 1823 su entonces prior
D. Luis de la Mota Hidalgo, natural de Sabiote, ante el ruinoso estado del
tempo, pide su traslado al extinguido convento de Carmelitas Descalzos. La
iglesia comenzó arruinándose a mediados de la década de 1830.
En 1838 seguía aún en pie Santo Tomás y su prior D. Luis
mantenía aún su idea de trasladar su parroquia a la iglesia de los Carmelitas.
Contaba entonces su feligresía con cien vecinos o lo que es igual con unos 400
fieles que siempre estuvieron en buena disposición para mantener en pie el
hermoso templo parroquial en la medida de sus fuerzas.
En 1842 comenzó a hundirse primero su tejado, al que
siguieron las bóvedas y, continuando su total abandono, el 6 de Junio de 1843
el Gobernador Eclesiástico del Obispado de Jaén, sede vacante, ordenó su cierre
y clausura.
Cerrada a cal y canto, Santo Tomás no se rindió del todo. En
1844 la torre parroquial albergaba todavía sus campanas de plata; pero en sus
naves se apreciaban ya bastantes escombros. Año tras año sufrió los arañazos de
la piqueta que le arrebataba sus nobles sillares para aprovecharlos, vejándolos
en bardales y zahúrdas.
En 1836 le habían arrebatado los bienes que escaparon a la
rapiña de anteriores desarmotizaciones, bienes que sólo le rentaban 201 reales
de vellón al año. Santo Tomás y su báculo de plata, lo único que Úbeda
conservaba, perece víctima del fuego en 1936 en el Mercado entre retablos,
escaños, confesionarios, tronos, vestiduras y otros objetos de arte.
Aunque se conservaron bastantes restos hasta 1949. En la
década de 1950 fue demolida, en su totalidad por orden del Alcalde de la ciudad don
Pedro Sola; para la construcción de viviendas sociales.
En 1995, se demolieron estas viviendas, bautizadas como los patios, apareciendo restos arqueológicos del templo, meses después los investigadores Ruiz Fuentes y Almagro García realizan un completo trabajo sobre los restos arqueológicos aparecidos.
En 1995, se demolieron estas viviendas, bautizadas como los patios, apareciendo restos arqueológicos del templo, meses después los investigadores Ruiz Fuentes y Almagro García realizan un completo trabajo sobre los restos arqueológicos aparecidos.
Milagrosamente se han salvado sus restos arqueológicos,
gracias a la corporación municipal tras la desaprobación del proyecto de
construcción de viviendas sociales realizado en 1998.
En 2002, se realizan otra vez obras arqueológicas, que bajo
un metro de escombros de la antigua iglesia, sobre los mismos se alzaba las
casas sociales, se encuentra el suelo y la cimentación. Se descubre además
parte del ábside, embaldosado y gradas de la capilla mayor, un horno de
alfarería, restos de varias portadas de capillas y criptas.
Apareciendo algunos
de sus elementos ornamentales, que actualmente se conservan en el Museo
Arqueológico de la ciudad.
Desde ese año de 2002, no se ha vuelto actuar en tan
histórico solar; …
Hacia 1970 se construiría un nuevo templo en la zona de
expansión de la ciudad y, en su honor, se puso bajo la advocación de este
Apóstol.
26 abr 2018
15 Años de Un Trabajo Sobre Juan Pasquau; Que no Fraguó
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“…Introducción elemental a la vida
y obra de Juan Pasquau. Vbeda 2003, obra de Juan Ángel López Barrionuevo.
Trabajo difundido en tirada limitada de cuadernillos
confeccionados por ordenador. Al final se incluye una fotocopia del contrato
para su publicación por Editora y Distribuidora El Olivo (Úbeda, 20-1-2003).
Proyecto que no logró llevarse a efecto. ..”
|
Ahora que estamos en el Centenario del Nacimiento de tan insigne ubetense; quiero hablar de 15 Años de Un Trabajo Sobre Juan Pasquau; Que no Fraguó, en las publicaciones literarias de Úbeda.
Este trabajo literario de Juan Ángel López Barrionuevo viene a poner su
granito de arena para reducir el debe de ese libro de cuentas que en la
historia de Úbeda abrió la vida ejemplar de Juan Pasquau.
Hace casi 6 años, el 23 de Noviembre de 2012, tuvo lugar la
presentación del libro “EL HUMANISTA UBETENSE JUAN PASQUAU GUERRERO Y SU
ÉPOCA”, de Adela Tarifa Fernández, a las 21 horas. Este volumen ya fue «Premio
Cronista Cazabán 2010» por el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación
Provincial de Jaén y publicado en formato digital.
El lugar no pudo ser más apropiado: El Salón de Actos de la
Casa de Cofradías de Úbeda (Jaén). Es en esta joya arquitectónica -reliquia al
fin- que atesora tantas huellas del pasado y de los múltiples actos celebrados
-principalmente cofradieros y semanasanteros…- donde ha tenido lugar su
renacimiento en papel. Todo organizado
por la Asociación Caballeros Veinticuatro de Úbeda, haciendo una nueva
demostración de su hidalguía y el amor que profesan por los valores perdurables
ubetenses, sean del calibre que sean (arquitectónicos, artísticos, culturales,
librescos…).
Con esta presentación quiero recordar, que hace ya unos 15
años en la ciudad de Vbeda, se forjó otro trabajo sobre la vida obra de Juan Pasquau; Introducción elemental a la vida y obra de Juan Pasquau. Y
quiero anunciarlo públicamente, para que no caiga en el olvido, por desgracia
este trabajo no sale citado en las
Fuentes bibliográficas del libro “EL HUMANISTA UBETENSE JUAN PASQUAU GUERRERO Y
SU ÉPOCA”, de Adela Tarifa Fernández,.
Introducción
elemental a la vida y obra de Juan Pasquau, si sale reflejado en TEMAS Y
AUTORES de UBEDA obra de Aurelio Valladares Reguero.
TEMAS Y AUTORES de UBEDA “…Introducción elemental a la vida
y obra de Juan Pasquau. Vbeda 2003, obra de Juan Ángel López Barrionuevo.
Trabajo difundido en tirada limitada de cuadernillos
confeccionados por ordenador. Al final se incluye una fotocopia del contrato
para su publicación por Editora y Distribuidora El Olivo (Úbeda, 20-1-2003).
Proyecto que no logró llevarse a efecto. ..”
Para concluir,
quiero compartir con vosotros dos partes de este trabajo impublicado de Juan
Pasquau realizado por Barrionuevo, como el Prólogo realizado por el ex-concejal
de Cultura del Ayuntamiento de Úbeda José
Herrador Herrador y la Exposicion
realizada por el autor.
Prólogo
Un pueblo es algo más que un conjunto más o menos agrupado
de gentes que habitan un espacio común. Un pueblo es una memoria compartida, un
testimonio fecundo de experiencias y anhelos, algo así como un espíritu
escondido pero siempre presente que anima las vidas de los que hacen el día a
día identificándose como miembros de la comunidad.
Úbeda,
qué duda cabe, es un pueblo. Y un pueblo orgulloso de serlo, un pueblo donde su
espíritu de comunidad está tan presente, tanto, que a veces (sólo a veces)
puede asfixiar. Porque un pueblo no es sólo la herencia que lo pasado deja en
las vidas sino la esperanza que la ilusión proyecta para el mañana. Úbeda es un
pueblo que sabe pasearse, en las tardes viejas de lluvia, por su pasado pero
que necesita abrirse más, mucho más, hacia la esperanza del futuro.
Juan
Pasquau, D. Juan Pasquau, fue durante muchos años cronista fiel, testigo
ejemplar de la vida fecunda de ese pueblo suyo que es el nuestro. Juan Pasquau
ayudó a crear conciencia de pueblo, hizo que Úbeda pudiera conocerse mejor a
través de sus letras, y tal vez nadie como él haya conocido la realidad más
íntima de su pueblo. Juan Pasquau sabía que Úbeda no era sólo sus piedras, los
tejados de sus casas vistos desde el Cerro de la Atalaya: Úbeda era el miedo y
el sueño de sus gentes, la alegría y el afán de cada día, el futuro escrito en
cada gesto, el pasado escondido en cada gota de sangre, el porvenir de cada
niño que nace. Y Juan Pasquau supo ser testigo fiel, y amante, de esa realidad
que un pueblo, el pueblo ubetense, esconde debajo de su piel y que saca a
relucir emocionado en la madrugada del Viernes Santo, que tanto significó para
el gran hombre ubetense.
Se
cumplirán pronto los veinticinco años de la muerte de Juan Pasquau. Un buen
momento, sin duda, para hacer balance de nuestra vida como colectivo, de lo
construido durante este periodo de la historia española en que tanto hemos
cambiado y de lo que aún queda por construir. Un buen momento, también y sobre
todo, para acercarnos de nuevo a la figura, la vida, la obra fecunda de Don
Juan.
Porque
Juan Pasquau nos ofrece un ejemplo con su vida, un ejemplo raro hoy: el de un
hombre que supo siempre ser fiel a sí mismo, a sus ideas, y que sin
traicionarse ni traicionar aquello en lo
que creía, fue capaz de pasar por los caminos de la vida dejando el recuerdo de
hombre, “en el buen sentido de la palabra” que diría el poeta, bueno. En estos
tiempos tan dados a otras cosas, este ejemplo altísimo de dignidad debería
bastar para recordar a Juan Pasquau. Y sin embargo, tenemos más motivos para
hacerlo.
Porque
junto a sus despistes y “sus cosas”, están sus Pregones de Feria, sus Pregones
de Semana Santa (insuperables), sus cientos de artículos, sus cartas, sus
discursos y sobre todo su “Biografía de Úbeda”,... miles y miles de palabras
cargadas de nostalgia y belleza, con un tono tímido de enamorado a punto de
declararse. Su dignidad personal y sus palabras de poeta y escritor: por eso
Úbeda acude ahora, veinticinco años después de su muerte, a rendir homenaje al
que ha sabido cantarla y mirarla como nadie.
Larga y difícil de saldar será la
deuda de gratitud que Úbeda contrajo con quien fuera su bibliotecario y su
cronista, su juglar entusiasta. Ahora, este libro de Juan Ángel López
Barrionuevo viene a poner su granito de arena para reducir el debe de ese libro
de cuentas que en la historia de Úbeda abrió la vida ejemplar de Juan Pasquau.
Sin duda, seguirán más libros a éste que ahora presento, tal vez más completos,
posiblemente más documentados, pero en cualquier caso será difícil que superen
el entusiasmo juvenil y la veneración hacia Juan Pasquau que respira este
libro.
Para
mi es un honor altísimo poder prologar este libro juvenil de Juan Ángel López
Barrionuevo, prólogo éste que tal vez sea mi despedida a cuatro años intensos de
trabajo como Concejal de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de Úbeda. Puede que
no haya mejor broche para la tarea desarrollada que despedirse de la mano de
Juan Pasquau, animado por la altura de su conciencia y su dignidad, tan
necesaria hoy en la vida política, y con la satisfacción del deber cumplido.
Pero al cabo, como en el caso de Juan Pasquau, serán nuestros nietos los que
juzguen nuestro ejemplo y nuestro trabajo.
Úbeda, enero de 2003
José Herrador Herrador
Concejal de Cultura y Fiestas
A Modo De Presentación.
En un atardecer del caluroso mes de Agosto del año pasado,
me encontraba, como de costumbre, callejeando las recatadas calles de los
barrios de Santo Domingo y San Lorenzo.
Al
salir por la calle Afán de Ribera, y en el Royo de Santa María, me tropecé con
mi amigo e investigador D. Agustín Palacios Martínez. Así que, dialogamos
durante varios minutos. En esa conversación, me propuso la idea de hacer un
trabajo sobre la vida y obra de algún personaje ilustre de Úbeda. Yo me lo
pensé. Unos días más tarde, decidí hacer esa obra, así que le pregunté: -¿pero
de que personaje la concibo?-. Agustín me respondió, -la puedes hacer del
Pedagogo Juan Pasquau, ya que el año que viene se cumple el 25 Aniversario de
su fallecimiento-. Recapacitando, le dije:
-sí, concebiré ese trabajo sobre la vida y obra de Pasquau, por un gran
motivo personal, gracias a su Biografía
de Úbeda, empecé a sentir, a conocer y amar a mi ciudad de “...Los Cerros”.
Apreciado lector, el libro que posees en tus manos, es una
introducción biográfica a la vida y obra
de Juan Pasquau, nos introduce un poco la vida social de la época que le tocó
vivir, de igual forma recoge e incluye
su famoso “Pregón de Semana Santa de 1958”; así como varios discursos que
manifestó a lo largo de su vida con su palabra culta y apasionante, mezclando
su intachable ubetensismo, lleno de la más pura legitimidad, manando gotas de
esencia del más veraz y sólido cristianismo.
Juan Pasquau, era un Maestro, uno de los mejores escritores
de Úbeda de todos los tiempos; y como persona, bondadoso, afectuoso,
complaciente y siempre dispuesto al apoyo de sus semejantes; sobre todo con sus
paisanos. Su despiste, propio de los hombres sabios, le hizo intérprete de
simpáticas anécdotas que le dieron renombre de bondad, de amigo y excelente
persona.
Gran defensor y muy creyente de la Iglesia Romana, fue su
ferviente servidor cristiano, y en casi todos sus artículos ponía la pincelada
de su fe cristiana. Toda su obra literaria constituyó una semilla madura
emanada de su mente inquieta, transmitiendo, en la mayor parte de la misma, su
espíritu y ética llenos de valores.
Veinticinco años después de su muerte, sigue vivo en los
corazones de los que le conocieron y lo amaron. Y de todos sus paisanos. En su
ciudad natal, Úbeda, legó su espectacular cultura como su indescriptible amor a
la misma. Que siempre le recompensará.
Se
presenta este libro con la intención de conmemorar e inmortalizar la figura de
este ilustre personaje. También lo hago con el propósito, para que nos valga
como punto de partida, para posteriores estudios.
Sólo
me resta desearle al amable lector, que disfrute con la lectura de esta
introducción a Juan Pasquau.
Úbeda, 5
de Mayo de 2003. EL AUTOR.
21 mar 2018
Articulo para Revista Humildad 2018 de Juan Ángel López Barrionuevo
Mejora Cultural y Patrimonial en la Iglesia De San Pablo. Por
parte de la Real Cofradía del Sto. Cristo de la Humildad. Gracias
a «el trabajo callado de unos cuantos cofrades que aman intensamente a
su cofradía».
Por
Juan Ángel López Barrionuevo.
Después de cinco años,
sin realizar mis colaboraciones
literarias en las Revistas de Semana Santa
y tras muchos años callad, vuelvo
para colaborar con mi artículo en este nuevo número de la Revista La
Humildad.
En esta ocasión voy a tratar, de las últimas mejoras
realizadas en las Capillas, donde reciben veneración las imágenes titulares de
la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad y Nuestra Señora de la Fe, en la iglesia de
San Pablo, por parte de la citada Cofradía.
En los últimos años algunas
Hermandades de Semana Santa de Úbeda, está realizando un enorme esfuerzo, para
mejorar y recuperar los lugares de veneración en donde residen sus imágenes
titulares y así poner en valor al
patrimonio eclesiástico ya que es un
legado fundamental para nuestra cultura y nuestro futuro, un patrimonio que es
del pueblo y para el pueblo…
Tras esta introducción conversare
de la segunda iglesia más antigua de Úbeda, donde están las capillas donde
reciben culto, las imágenes de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la
Humildad y Virgen de la Fe. La Iglesia de San Pablo.
Enclavada, en una de
las plazas más bonitas de Úbeda, en pleno casco histórico y con monumentos de
interés. Se puede acceder por las callejuelas que la rodean y que le dan un
encanto especial.
Entrar en ella es
sentir que el tiempo que permanezcas en ella será inolvidable, sentarte en
alguno de sus bancos y ver entrar los rayos de luz por sus ventanas y vidrieras
sobrecoge, admirar las tallas de la Cofradía de la Oración en el Huerto y su
Virgen de la Esperanza. Así como la Real Cofradía de la Humildad, nos hace
apreciar o valorar lo hermosa que es la Semana Santa. De Úbeda.
Tanto la plaza como la
iglesia tienen un marcado carácter asambleario, pues hasta el S XV se reunía en
ella el Concejo de la ciudad y los nobles. Fundada en el S XIII es la segunda
de las parroquias en el orden numérico de antigüedad.
Se cree que en época
visigoda ya existía este templo y que, dada la tolerancia de los árabes en los
primeros años, continuase siendo lugar de culto de los cristianos vencidos.
Luego cuando esa tolerancia desapareció, sería convertido en mezquita. Fernando
III le devolvió el culto cristiano, así como a todas las que consideró
necesario.
Arquitectónicamente se
advierten varias fases constructivas, unas afectando a lo fundamental de la
iglesia o a partes menos importantes, motivadas por el deseo de engrandecerla o
por necesidad .Fue declarado Monumento Histórico Nacional según Real Ordenanza
el 8 de mayo de 1926.
Consta de tres bellas
puertas. La principal, del Sur, es un magnífico ejemplo del gótico final y
mandada construir por el obispo constructor don Alonso Suárez, en 1511. De la misma destaca el parteluz con la imagen
exenta bajo doselete de San Pablo y la
representación de la Coronación de la Virgen.
Al lado izquierdo de
esta portada, hay balconcillo desde donde se leían los edictos municipales y
parroquiales. Se le conoce a este lugar como el Tabladillo.
La puerta de Poniente,
conocida como de los Carpinteros, es de construcción más antigua, realizada en
el siglo XIII y corresponde a un románico de transición. En 1806 fue tapiada
para construir el coro y abierta definitivamente en la Restauración de 1959.
Desde entonces la Cofradía de la Humildad, realiza su estación de penitencia
desde esta puerta.
Consta también este templo de un ábside de 1380 y
posteriormente modificado en su parte superior en el siglo XVII, con una fuente
acabada el día de San Juan Bautista de 1559, con los escudos de los Austria, de
la ciudad y una torre de estilo plateresco terminada en 1537 por Santero.
Su interior, constituye
de tres naves divididas por pilares de prisma con columnas adosadas, da un
sentido majestuoso al sacro recinto. En los siglos XVII y XIX el primitivo
artesonado de madera fue sustituido por las bóvedas actuales de cañón. De su emblemático interior destacan sus capillas
en especial, la del Camarero Vago, de
estilo renacimiento obra de Vandelvira, y la de las Mercedes de estilo
isabelino y las bellísimas rejas de las capillas de los Sanmartines y de los
Merlines.
Pero
hablemos en primer lugar de la Capilla del Cristo de la Humildad.
En los pies de la nave
izquierda, de la iglesia, tenemos la antigua capilla de los del Río, propiedad
en 1611 de Don Luis de Sandoval.
Esta es sede canónica
de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad, desde su fundación.
También se venera aquí las imágenes de San Antonio de Abad y Santa Lucía.
Antaño este oratorio, poseía varios altares procedentes de la desaparecida
iglesia de Santo Tomás y Convento de la
Merced, uno de ellos estaba chapado por cerámica típica ubetense. Este lugar es
de estilo gótico simple, su bóveda es de crucería simple. La imagen titular de
la cofradía, que da nombre a la Capilla, es obra del escultor D. Amadeo Ruiz
Olmos que realizó para esta corporación en el año 1954. Se trata de Jesucristo
en la iconografía del ECCE HOMO, coronado de espinas, atadas las manos por sus
muñecas, portando una caña entre ellas a modo de real cetro. Sobre sus hombros
un manto púrpura, símbolo de su realeza y sobre su cabeza tres potencias,
afirmación de su divinidad.
En cuanto las mejoras,
en 1995, se optaron con retirar un retablo que albergaba la imagen del Cristo
de la Humildad (El porqué de que se quitara dicho retablo es un poco largo y salvaje
de contar. Y desgraciadamente, la cofradía no lo conserva), durante muchos años.
En el año 2006, el artesano ubetense Paco Molina y hermanos de la Cofradía, restituyeron
la pavimentación de la misma, con nuevas losas de piedra.
Desde hace muchos años,
y desde que se retiró el anterior retablo,
la cofradía tenía en mente el proyecto del retablo y mejora de la
capilla.
Para ser realidad este
proyecto, se ha aprovechado muchas partes del antiguo trono, que hasta
2014, procesionaba la imagen de Nuestra Señora de la Fe; y el antiguo palio del trono del Cristo, se
ha reutilizado, como dosel. Esta última
mejora, le ha otorgado mayor solemnidad
a la capilla de Jesús de la Humildad. Por último citar, que en mayo del año 2017; se bendice este nuevo
retablo, por el Capellán de la Cofradía Antonio Vela.
En cuanto a
curiosidades y restauraciones,
sobre la imagen del Cristo, fue adquirido siendo Hermano Mayor D. Roque
Rojas Salas y procesionó por primera vez en la tarde del 22 de abril de 1.954
Jueves Santo.
Su primera restauración
se realizó en el año 1.988, por Ramón Cuadra Moreno; posteriormente en el año
1.999 y la última se ha realizado en 2.013 por Arte y Restauraciones Moreno,
donde se ha limpiado y se ha dejado en la policromía original de D. Amadeo Ruiz
Olmos.
Junto a la puerta de
los Carpinteros, a los pies de la nave izquierda del templo, aparece el que fue el altar de Jesús Nazareno,
levantado en 1580 por Juan Molina de la Castellana.
Lo forma arco carpanel
adornado con cardinas, sobre los que se superpone uno conopial con idéntica
ornamentación, quedando flanqueado todo ello por pináculos que en parte
superior se unen mediante buena crestería. Hoy es ocupada por la imagen de
Nuestra Señora de la Fe, imagen titular de la Real Cofradía del Santísimo
Cristo de la Humildad, realizada en la década de 1940, a golpe de mazo y gubia
por Amadeo Ruiz Olmos.
Mejoras
y Curiosidades: La Imagen de Nuestra Señora de la Fe
data del año 1.943, obra del escultor D. Amadeo Ruiz Olmos. Se incorporó a la
Cofradía en el año 1.989, procesionando por primera vez en el año 1.990. En el
año 1.995, se le realizó su primera y única restauración hasta la fecha. En los
últimos años, en cuanto al oratorio se han realizado mejoras de pintura y
ornamentación, por parte de la Cofradía.
Fuentes consultadas:
Guía de Úbeda. Ciudad
de Renacimiento. Editado por Ceder "La Loma" y realizado por el
Módulo de Promoción y Desarrollo de la Escuela Taller de Úbeda. Ayuntamiento de
Úbeda 199 Breve Estudio Histórico De Santa María San Pablo En El S. XX Siempre A Mano. Juan Ángel López B. Úbeda VI –VII- 1999.
Patrimonio Perdido;
Úbeda Información. Juan Ángel López Barrionuevo. Úbeda. 2001 -2011.
Nuestras Cofradía En El Siglo XX, Pedro Mariano Herrador Marín.
Tomos I II y III Úbeda 2001, 2003 y 2015.
Página web de la Real Cofradía de la Humildad. (http://www.cofradialahumildad.es/#).
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