El colectivo ha elaborado un documento en el que pide una planificación para el futuro
02.05.11 - 01:09 -
ALBERTO ROMÁN ÚBEDA.
La asociación Plaza Vieja en Defensa de Úbeda, Patrimonio de la Humanidad, ha remitido un documento a los partidos políticos que se presentan a las elecciones municipales en el que muestran las reflexiones del colectivo sobre diferentes aspectos relacionados con la gestión de la declaración de la UNESCO y otros temas relacionados con la vida de la ciudad, su organización, su desarrollo o el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), entre otros asuntos.
Con esta iniciativa, Plaza Vieja quiere hacer llegar a las personas que habrán de regir el municipio durante los próximos cuatro años y a aquellas que contribuirán a la vida política desde la oposición, una serie de ideas, opiniones, aspiraciones y propuestas con el fin de que sean valoradas, analizadas y sopesadas a la hora de plantear sus respectivos programas electorales en lo que se refiere a diferentes temas que se desarrollan ampliamente en dicho documento, titulado 'La ciudad que queremos'.
Compromisos
Por un lado, plantean que quizá no esté del todo claro lo que debe significar para la ciudadanía en su conjunto el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad, pues creen que no se están cumpliendo todos los compromisos que se adquirieron tras el nombramiento. «Conviene atinar de manera equilibrada para combinar el respeto al pasado, con la conservación enriquecedora para el futuro, y con el bienestar y progreso del vecindario actual», aseguran desde Plaza Vieja.
De esta forma, solicitan que los temas de conservación no se carguen sólo en el vecindario del casco antiguo; que se administre con mayor perspectiva el desarrollo económico generado con el turismo; o que el patrimonio religioso, como bien privado, esté mejor cuidado y cuente con inversiones de la propia Iglesia. Sobre esto último, piden que se de una solución al deterioro que sufren iglesias como San Lorenzo, Santo Domingo o San Pedro, buscando en la medida de lo posible que su destino sea el disfrute de los ciudadanos, por ejemplo, como centros de cultura, pues su uso religioso no parece probable y, al fin y al cabo, se adecuarán con el dinero de todos. «El patrimonio eclesiástico de la Iglesia Católica en Úbeda es rico, extenso y hermoso, y, puesto que su conservación depende de los fondos públicos, debe comenzarse a negociar la copropiedad entre los que lo conservamos, representados por las diferentes administraciones públicas, y sus actuales poseedores», aseguran desde Plaza Vieja.
Úbeda y Baeza
Por otro lado, piden que realmente se gestione la declaración de la UNESCO y todo lo que conlleva, como la conservación patrimonial, desde un Consorcio de Úbeda y Baeza y desde otros órganos que, si bien en algunos casos se han creado, «su funcionamiento es un misterio». «Doce años desde que se anunció la exigencia de su creación y puesta en marcha, ocho desde la declaración de Úbeda y Baeza como ciudades Patrimonio Mundial, cuatro bajo gobierno del PP y cuatro de gobierno del PSOE en ambas ciudades, es un plazo más que sobrado para que los órganos de gestión común de Úbeda y Baeza fueran ya una realidad», añaden.
Y es que, opinan que ser Patrimonio de la Humanidad «tan solo se reduce a habernos convertido en una marca turística que, sin duda, genera beneficios económicos a ambas ciudades, pero desgraciadamente no se ha avanzado nada en la implicación de la población para garantizar la conservación, la difusión de sus valores y la asunción colectiva de tan importante compromiso con la UNESCO».
También aluden desde el colectivo a la revisión del PGOU, considerando que es una prioridad política definir en este documento, con total concreción, el modelo de ciudad y establecer los límites para el ordenamiento y conservación, tanto del patrimonio histórico como del natural.
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