1 may 2019

Juan Ángel López Barrionuevo; en la Revista Resurrexit núm. 40





La Imagen de Cristo Resucitado  de la Iglesia de San Lorenzo.
Juan Ángel López Barrionuevo.

…En el tímpano de una Antigua Capilla, la de San Andrés, la representación “sacra conversazione” (en este presente tema iconográfico de tradición italiana, localizamos la representación de Jesucristo Resucitado en el centro, conversando con la Virgen y San Francisco a la izquierda, con San Lorenzo y donante anónimo a la derecha)…

                  Vuelvo este año 2019, a realizar mis  colaboraciones literarias en las Revistas de Semana Santa  y tras la invitación hecha  por el Hermano mayor  de la Real Cofradía  José María Moya González para colaborar con mi artículo en este nuevo número de Resurrexit,  vuelvo con este nuevo trabajo, en el cuál trataré sobre el reciente descubrimiento y restauración de la pintura mural, donde aparece la figura de Jesús Resucitado  en la antigua Capilla de San Andrés de la desacralizada Iglesia de San Lorenzo.


            Dogma fundamental de la fe cristiana es la “creencia en la Resurrección de Jesucristo al tercer día de su muerte”. El episodio se confirma en apariciones a los discípulos, a María y a María Magdalena, durante un ciclo de cuarenta días que preceden a su Ascensión. Su concreción iconográfica no se produce hasta la Edad Media, momento en que se plasma una imagen de Cristo asentado en tierra, llevando el estandarte de la Resurrección con su cruz roja, bien de pie en el sarcófago abierto o en el momento de salir de él. Junto a esta Imagen, otra de carácter devocional se difunde en Italia y en Europa del Norte, mostrando a Cristo suspendido en el aire, como si de una Ascensión se tratase. Condenada ésta en Trento, así como el motivo de la tumba abierta, a partir de la segunda mitad del siglo XVI se difunde una imagen de Jesús en tierra ante una tumba cerrada. El tema encontró una vía de difusión amplia a través de la pintura, no así mediante la escultura; medio a través del cual son más restringidas. En el campo de la imaginería procesional el resucitado adopta un tono triunfal, subrayado por sus brazos en alto y extendidos, apartándose en muchos casos de la iconografía oficial y mostrando una visión equivocada a veces, más propia de la Ascensión.

            El ciclo iconográfico de la Glorificación de Jesús, también denominado la Vida sobrenatural de Jesús, comprende los episodios de la “Bajada al Limbo”, la “Resurrección”, las “apariciones”, la “Ascensión” y “Pentecostés”. De toda esta serie de acontecimientos el asunto más significativo, trascendente y brillante es la Resurrección, que garantiza la de los muertos de acuerdo con la ecuación Christianus altar Christus, convirtiéndose así en el dogma fundamental de nuestra fe cristiana. En los evangelios canónicos y apócrifos la Resurrección de Jesús es el regreso momentáneo de Cristo a la Tierra, donde realiza numerosas apariciones en Judea y Galilea antes de ascender a los cielos cuarenta días después.      
   
            En una de las iglesias más antiguas de Úbeda, la Iglesia de San Lorenzo, encontramos en una pintura mural de reciente descubrimiento, en el tímpano de una Antigua Capilla, la de San Andrés, la representación “sacra conversazione” (en este presente tema iconográfico de tradición italiana, localizamos la representación de Jesucristo Resucitado en el centro, conversando con la Virgen y San Francisco a la izquierda, con San Lorenzo y donante anónimo a la derecha).


En el tímpano de una Antigua Capilla, la de San Andrés, la representación “sacra conversazione” (en este presente tema iconográfico de tradición italiana, localizamos la representación de Jesucristo Resucitado en el centro, conversando con la Virgen y San Francisco a la izquierda, con San Lorenzo y donante anónimo a la derecha). Foto de dicha Capilla antes y después de la restauración de la pintura mural.



            Según el historiador del arte José Manuel Almansa, la antigua capilla de San Andrés se construiría hacia 1585 por el jurado Juan de Alvarado a los canteros Diego de Arias y Diego Gil, siguiendo el esquema de la capilla Prior Viejo ubicada enfrente de ésta. Presenta un arco de medio punto con intradós casetonado en el testero, con tondos avenerados en las enjutas, disponiéndose en las laterales parejas de columnas sobre retropilastras corintias elevados sobre plintos y rematándose con entablamentos. La parte superior se cubre con bóveda de cañón, decorada con casetones con motivos florales, y rosetones en las enjutas. 

            “…Una de las pinturas de la iglesia representa al beato Juan Garrido, enterrado en San Francisco…” es lo que nos dice Alfredo Cazaban, en la página 203,  hablando de dicha iglesia, en su obra Apuntes para  Historia de Úbeda.

            Como nota final decir que en noviembre de 2018, concluye la restauración de la pintura mural descrita, restauración realizada por la empresa conservarte y subvencionada por la Fundación Huerto de San Antonio. De la que hay que agradecer por la gran aportación,  que ha realizado y realiza dicha fundación desde 2013 por la salvación de la ruina y puesta en valor cultural de la Iglesia de San Lorenzo.
           
Juan Ángel López Barrionuevo
Enero de 2019

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