16 abr 2024

El Desaparecido Retablo de la Capilla de El Camarero Vago

 Juan Ángel López Barrionuevo.

Arsenio Moreno, que estudió el retablo en profundidad en su libro Úbeda renacentista, demostró hace unos años la presencia de este relieve en la sacristía de la iglesia de San Pablo de Baeza, en donde fue trasladado tras la Guerra Civil como consecuencia de una confusión a la hora de devolver la obra a su lugar de origen una vez finalizada la contienda.


Tratare sobre el Retablo desaparecido, de la Capilla del Camarero Francisco de Vago, que se sitúa en la iglesia de San Pablo,.

San Pablo de Úbeda, es una Iglesia dotada de gran significación histórica, pues hasta el siglo XV fue el lugar en el que se reunía el Concejo y en el que se custodiaban las certificaciones de linaje de la nobleza de la ciudad. A la fundación original, del siglo XIII, se deben la organización del trazado de su planta, de tipo basilical con tres naves y cabecera poligonal, y la portada tardorrománica de Los Carpinteros. Tras ser arrasada en el siglo XIV, su alzado general se reconstruye durante el XV y el XVI en estilo gótico.

En el XVI se le incorporan, también, la portada principal, la torre plateresca y una serie de elementos vinculados al carácter celebrativo del espacio urbano en que se encuentra: una galería corrida en la fachada, desde la que se podían contemplar los acontecimientos públicos desarrollados en la plaza, y la fuente monumental adosada al exterior del ábside, como exponente conmemorativo en pleno centro mercantil de la ciudad renacentista, de las obras públicas promovidas por el Concejo. En el interior se conservan excelentes muestras de rejería renacentista, destacando la de la Capilla del Camarero Vago; también llamada de Las Calaveras por su remate en la parte alta. Es una de las capillas más impresionantes de San Pablo, fundada en la primera mitad del siglo XVI por Don Francisco Vago camarero y servidor del Obispo Don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce del que hemos hablado en varias ocasiones. Es plenamente plateresca y hoy tan sólo voy a poner unas imágenes que pueden dar una idea de su belleza. Añadir, por último, que la reja, de muy buena factura, es de Juan Álvarez de Molina decorada con la heráldica del fundador que nos viene a indicar hasta qué punto este hombre era seguidor y admiraba a su obispo.

El desaparecido retablo de la Capilla del Camarero Vago de la Iglesia de San Pablo

 

Vamos a adentrarnos en la capilla que tenía elementos importantes y que se perdieron en su tiempo como el retablo, se trataba de un retablo plateresco, desaparecido en 1936, y realizado en 1538 -a juicio de Camón Aznar- por artistas italianos. No obstante, desconocemos la identidad de sus artífices ya que no ha sido posible hallar el contrato en que dejaron estipuladas las condiciones respecto al material traza, iconografía precios y el plazo de entrega.

La composición, trazas y medidas de las maderas, debieron correr a cargo de un maestro ensamblador o de un <arquitecto> denominación que también solía aplicarse al primero. Las trazas no son monumentales, pues se adaptan a las reducidas dimensiones de la capilla. El escaso realce y la poca claridad de sus líneas arquitectónicas configuran el marcado horizontalismo de sus cuerpos. De esta forma, nos encontramos ante un típico retablo plateresco, fragmentado en un tradicional sistema de casillero, y compuesto de un pequeño banco, cinco calles y dos cuerpos.  

El esquema general tiene forma de rectángulo vertical, y la planitud del fondo del retablo resulta compensada mediante el resalte de sus extremos a modo de entablamento, sostenidos por dos grandes columnas abalaustradas que abarcan ambos cuerpos. Este recurso, además de conferirle un sentido de profundidad, logra unificar todo el conjunto. Finalmente, el remate del retablo, estaba formado a modo de tímpano semicircular[1].

José Manuel Almansa, acerca de este retablo de la Capilla del Camarero Vago, lo atribuye a Juan de Reolid, quien lo ejecutaría hacia 1545, y nos lo describe de esta manera, … el retablo estaba constituido por dos cuerpos horizontales y coronado con un ático semicircular. Esos cuerpos estarían subdivididos en cinco calles enmarcadas por columnas abalaustradas, ubicándose dos nichos en los cuerpos laterales[2].

 

La calle central del primer cuerpo, ubicada sobre un friso de grutescos, mostraba un relieve del Santo Entierro de Cristo, acompañado por dos sibilas de bulto redondo ubicadas en hornacinas. A la izquierda se ubica una imagen de la Caridad, representada con su iconografía clásica, y a la derecha habría de ubicarse la imagen de la Justicia, siguiendo el esquema de la portada principal de la capilla. En la calle central del segundo cuerpo aparece una tabla que representa a la Virgen con el Niño, y a la izquierda, tras otra tabla de difícil identificación, aparece un Thanatos cobijado en una hornacina, es decir, un niño sosteniendo una calavera, que debió acompañarse en el lado de la derecha por un Eros. Se remataba el retablo con un semitondo en donde se representaba a San Ildefonso, al cual le estaba consagrada la capilla…

 

Como curiosidad, el relieve del santo entierro de Cristo, es el único trozo superviviente de este retablo, y que curiosamente se halla en la sacristía del baezano templo de San Pablo[3].

Acerca de este relieve del Santo Entierro, del que anteriormente hemos hablado, único resto existente del retablo de la Capilla del Camarero Vago, fue expuesto en el año 2000, en una importante exposición realizada en la metropolitana catedral del Santo Reino, se ubicó en un principio sobre el dintel de la puerta que da acceso a la sacristía del citado templo baezano

Lástima que tras terminar la citada exposición, ningún ubetense reclamase la devolución de este relieve al patrimonio escultórico de Úbeda. Pero, en fin, es otra historia… -

 

 




Es falso que todas las obras del patrimonio ubetense desaparecieran en esa gran hoguera realizada en la tarde del 26 de julio de 1936[4]. Muchas piezas se conservaban en su ubicación original hasta fechas avanzadas de la contienda; de hecho, en 1938 tenemos el informe particular realizado por Miguel Campos Ruiz en donde habla de un gran número de obras y del estado de conservación de nuestros templos (haciendo especial hincapié en los bienes de la Capilla del Salvador). Sin embargo, parece que a partir de este momento se incrementa la rapiña y el interés de ansiosos coleccionistas por poseer pinturas y esculturas de especial valor artístico. Agustín Palacios Martínez[5], nos dice los siguiente: Al principio de la guerra se trató de hacer un museo en el Palacio del Marqués de la Rambla para que se depositase el material y enviarlo a Madrid; pero lo asaltan. Mientras, Miguel Campos Ruiz y otras fuerzas vivas quieren fundar un museo en San Nicolás, pero no le pueden quitar a los esparteros esta iglesia y, por ello, lo esconden a las espaldas del El Salvador, con unos estadillos que aparecerán cuando acabe la guerra, faltando alguno…

Miliciano republicano monta guardia ante el altar de la Virgen de la Paloma en Madrid 1939 (foto:Vidal) Al parecer no todos los republicanos se dedicaban a quemar iglesias y destrozar vírgenes, curiosa imagen


Para el franquismo, la República era la enemiga del patrimonio cultural y de la religión, estaba controlada por los "rojos" y en su territorio dominaba la barbarie, el caos, la iconoclasia y el robo de los bienes patrimoniales. Sin embargo, esta acusación, que mantendría con insistencia machacona durante toda su existencia, escondió durante décadas la labor de salvaguarda republicana de las obras de arte y su destino en la inmediata posguerra. 

Una investigación sobre las devoluciones del patrimonio artístico español durante la posguerra saca a la luz la diáspora de las obras que se dio por parte del régimen franquista. Miles de ellas entregadas en depósito a diferentes instituciones, la falta de un inventario estatal hace imposible su localización actual.

 

¿Qué hizo el franquismo con los miles de obras custodiadas o evacuadas por la República durante la guerra? Esa es la pregunta que ha resuelto Arturo Colorado Castellary en su libro:  Arte, botín de guerra. Expolio y diáspora en la posguerra franquista de Arturo Colorado[6].

En este minucioso estudio da buena cuenta de cómo la devolución del patrimonio artístico español realizada por el régimen terminó con la desviación de multitud de obras que jamás fueron devueltas a sus dueños legítimos. Entre los agraciados, diferentes organismos (civiles y políticos, militares, culturales y centros educativos), pero también la Iglesia, con un patente trato preferente, y algunos particulares que no dejaron pasar la oportunidad de beneficiarse del momento.

 

La Iglesia española, la gran beneficiada durante la posguerra. Según el estudio, 3.761 piezas artísticas fueron entregadas en depósito a 35 museos, 2.330 a organismos, y 2.040 a la Iglesia. Esta última institución, erigida como baluarte moral del régimen franquista, tuvo un trato preferente en cuanto a las devoluciones. El propio Colorado lo define como una compensación a la Iglesia por las múltiples pérdidas ocasionadas durante la Guerra Civil por la "barbarie roja", cuya "propaganda franquista en este sentido ha dejado una huella tan profunda en la mentalidad española que, en principio, a muchos podría parecerles justificado este trato preferente por parte del Sdpan.

Por otra parte, la Iglesia también obtuvo un regalo de los nazis, que quisieron compensar los daños que habían sufrido durante la guerra. "Les entregaron un conjunto importante de piezas procedentes de Polonia, fundamentalmente orfebrería religiosa. Fue otra manera más de materializar la colaboración entre el nazismo y el franquismo", explica Colorado.

En última instancia, se puede considerar que las entregas de las obras de arte por parte del franquismo fueron el botín de guerra del que se adueñó tras su victoria. En muchos sentidos, este expolio franquista tiene paralelismos indudables con el realizado por los nazis en los mismos años. Es el arte como botín de guerra.

Fotografía de 1940 de los agentes franquistas del Sdpan en el depósito de Castellón, en la iglesia de la Casa de la Beneficencia, donde ase localiza la «Virgen de Cabanes»,



Bibliografía Consultada:

La Capilla Del Camarero Vago de Úbeda. Arte e Historia de Una Fundación. Francisco Jesús Amate Deblas. CajaSur. 1998.

EL ASALTO A IGLESIAS Y CONVENTOS EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA EN ÚBEDA. Agustín Palacios Martínez. Trabajo Inédito. 2015

Arte, botín de guerra. Expolio y diáspora en la posguerra franquista de Arturo Colorado. (2021)

La Guerra Civil y el patrimonio ubetense. José Manuel Almansa Moreno.

Fotografías Gentileza:

Jose Luis Latorre Bonachera.

José Manuel Almansa Moreno.

Vidal.

 



[1] La Capilla Del Camarero Vago de Úbeda. Arte e Historia de Una Fundación. Francisco Jesús Amate Deblas.

[2] Arsenio Moreno, que estudió el retablo en profundidad en su libro Úbeda renacentista, demostró hace unos años la presencia de este relieve en la sacristía de la iglesia de San Pablo de Baeza, en donde fue trasladado tras la Guerra Civil como consecuencia de una confusión a la hora de devolver la obra a su lugar de origen una vez finalizada la contienda.

[3] En donde fue trasladado tras la guerra civil, como causa de una confusión a la hora de devolver la obra a su lugar de origen una vez finalizada dicha contienda.

[4]  Por Agustin Palacios Martínez, sabemos que Úbeda durante este período no tuvo frentes de guerra, puesto que ambos se encontraban en Alcalá la Real y en la provincia de Córdoba, respectivamente. Por lo que tratará de contarnos cómo fue la vida “normal”, sin un frente de guerra…

Comienza el 18 de julio de 1936 con calor y miedo. La gente se echa a la calle para defender la República (especialmente, muchas personas del campo) y para que Úbeda se quede en manos republicanas, empezando a coger resistencia en la ciudad, aunque el secretario Barrios y un montón de gente del Frente Popular se viera desbordada…

En Úbeda muere gente de uno y otro bando. Aclara que la Guardia Civil obedecía las órdenes del gobierno en un primer momento y tuvo un protagonismo alto, mientras que la población de derechas (o no afecta a los republicanos) se encontraba desarmada…

Seguidamente, refiere el asalto a iglesias y conventos. No nombrará a todas las iglesias, aunque sí especialmente a algunas, como la de El Salvador, mientras que la UGT se opone a la CNT, remitiéndolos al ayuntamiento para dilatar el asalto que luego finalmente se producirá. También entran y saquean la iglesia de Santa Clara, donde se metieron los refugiados; mientras que en San Nicolás estaba el gremio de esparteros; San Millán fue establo de animales; Santa María, de refugiados; y el Hospital de Santiago se compartió y amplió para los enfermos…

Con la documentación que ha ido viendo nuestro conferenciante, comprueba que se queman imágenes, libros de misa, ropas, se derriban las campanas…; viendo la prensa “Vida Nueva” concluye que las autoridades permiten que las turbas se fogueen quemando iglesias antes que a personas; aunque antes de su destrucción se logran sacar lingotes de oro y otros productos, afirmando que el frente popular no se queda con nada y que lo remite todo al gobierno republicano de Valencia. Hay que tener en cuenta que no se destruye todo: los bancos de iglesia sirvieron para las escuelas; lo que sí queman son las sillerías con el fin de tener más espacio…

Al principio de la guerra se trató de hacer un museo en el Palacio del Marqués de la Rambla para que se depositase el material y enviarlo a Madrid; pero lo asaltan. Mientras, Miguel Campos Ruiz y otras fuerzas vivas quieren fundar un museo en San Nicolás, pero no le pueden quitar a los esparteros esta iglesia y, por ello, lo esconden a las espaldas del El Salvador, con unos estadillos que aparecerán cuando acabe la guerra, faltando alguno.

Nos habla de la columna del general Miaja que viene desde Albacete y pasa por Úbeda, procesionando las tropas por la calle Trinidad, General Saro, Mesones y Paseo del León para inyectar moral al pueblo. Y cuenta una anécdota interesante, revelada por Antonio Millán Sánchez: mientras que los soldados estaban divirtiéndose, se pierden las llaves de contacto de los camiones, porque las roba un niño y las tira al pozo de su casa como represalia por tener a su padre preso; por lo que la comitiva militar tarda en volver a emprender la marcha ya que necesitan coger mecánicos que puenteen los motores para volverlos a arrancar.

La noche del 30 al 31 de julio del 1936, la policía estaba protegiendo la segunda cárcel de Úbeda que se encontraba en “La Casilla”, bajo el reloj, mientras que un grupo de incontrolados asalta la cárcel de la Avenida de la Libertad y mueren 50 personas… La segunda noche pretendían asaltar “La Casilla”, pero las mismas fuerzas republicanas logran meter a los presos en un camión, trasladándolos a Jaén para que allí fuesen defendidos.

Se prohíbe a la gente que hable de la guerra y del asalto a la cárcel y se retiran las radios; también se incautan de forma legal pisos o casas, alegando diversas funciones o excusas: acuartelamiento, refugiados…

Nos habla de la XXV Brigada Mixta que contaba de un batallón de voluntarios de Úbeda, Batallón Stalin de Baeza, etc., y que tenía cuatro batallones, y contaba con muchos servicios: ferreteros, ametralladoras, motoristas y ciclistas, etc. Tenía un peso específico en la guerra civil, aunque iban sin preparación militar, pues con un poco de instrucción ya estaban listos para el frente de Córdoba, Alcalá la Real y Alcaracejos, para luchar contra la formación de Queipo de Llano y así alargar la guerra. El objetivo era frenar el avance de las tropas franquistas, pues se pensaba que Queipo de Llano iba a conquistar Córdoba y Jaén; pero este objetivo se frustró y el ejército nacional tuvo que virar hacia Extremadura.

A Pozoblanco se le conocía como “Pozonegro” por los cientos de ubetenses que murieron en los combates y los cientos de heridos que trasladan al Hospital de Santiago, muriendo allí (también) mucha gente.

La XXV Brigada Mixta funcionó hasta combatir en Levante. Estaba en donde antes se ubicaba el Banco Hispano Americano, hoy Banco de Santander, en la Corredera de san Fernando, y también en la Casa del Jodeño. En Úbeda, se instalaron como campamento militar con varias unidades de caballería, carros de combate, cuerpo de carabineros, campo de aviación en el Donadío… A todos estos militares, la población tenía la obligación de mantenerlos. También estaba en Úbeda la División del IX Cuerpo de Andalucía, que mandaban los militares soviéticos, pues eran los que organizaban el ejército.

Y el conferenciante llega a preguntarse: «¿Por qué Úbeda no se bombardeó…?». Aunque hay alguna leyenda popular al respecto, en realidad la razón de que no se bombardee nuestra ciudad en los primeros momentos ni después, tanto por el ejército popular como por el nacional, es que se utilizaban las bombas para los frentes de combate y no se malgastaban en la retaguardia; aunque sí se bombardeó la estación Linares-Baeza, puesto que era un nudo ferroviario importante donde llegaban y partían militares y ejército. Menos mal que no llegó a producirse ningún bombardeo en nuestra ciudad, porque con los refugios tan mal hechos que disponía hubiera sido horrible la matanza que se hubiese producido. Y trae a colación alguno de ellos: Refugio del Mesón Gabino, Ayuntamiento, Trinidad con una gasolinera al lado, etc. ¡Tuvimos suerte al no ser frente y que por eso no nos bombardeasen!

 

[5] EL ASALTO A IGLESIAS Y CONVENTOS EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA EN ÚBEDA. Agustín Palacios Martínez. Trabajo Inédito.

 

[6] aborda, tras largos años de investigación, la controvertida cuestión de qué ocurrió con las obras de arte salvadas, evacuadas o depositadas en lugares seguros por la República durante la Guerra Civil (1936-1939) y cuál fue su destino en la inmediata posguerra franquista (1939-1945).

12 feb 2024

La Ornamentación del Renacimiento en la Iglesia de San Millán y la Capilla de Santa Lucia, de Úbeda.

 

La Ornamentación del Renacimiento en San Millán y la Capilla de Santa Lucia.

Juan Ángel López Barrionuevo


La Capilla bajo la Torre de la Iglesia de San Millán, nos recuerda en su estilo y forma a la capilla baptisterio de la cercana iglesia San Nicolás. Este última, de planta semielíptica, con una fantástica obra de cantería para simular mayor profundidad, obra de Andrés de Vandelvira. 



 

S

in duda esta iglesia es una de la de más envergadura de la ciudad debido a que cuenta con el atractivo de una de la mejores y más antiguas cofradías de Úbeda: LA SOLEDAD. aunque no tiene la magnificencia de las grandes parroquias (ni lo pretende) ni la atracción de las grandes obras de arte sacro (es la iglesia de un barrio pobre). Pero históricamente es relevante (una de las primeras tras la conquista cristiana) y tiene una herencia de grandes artesanos e imagineros. Muy cerca de la Puerta del Losal y a un paso del casco histórico.

En esta ocasión voy a hablar de las partes más ornamentales que conserva La sencilla iglesia de San Millán, y por último de la Capilla de Santa Lucía

Tres partes ornamentales del siglo XVI podemos admirar en esta Iglesia, como son la portada de la Sacristía, pequeña capilla del Sagrario y pequeña Capilla que se encuentra bajo la torre[1], antigua habitación de la desaparecida casa de los sacristanes de esta iglesia[2]

 

Según el historiador ubetense Juan Gabriel Barranco Delgado, acerca de este templo, nos dice: …La advocación de esta iglesia se debe a Millán de Berceo que fue un ermitaño que vivió allá por el año 473 siendo discípulo de Felices de Bilibio, a ambos la Iglesia los considera como santos y cuyas reliquias se conservan en el monasterio de San Millán de Suso sito en la Rioja.

El nombre de este santo tan antiguo nos hace pensar que el templo, tal como algunos historiadores expresan, fue fundado en tiempo de los visigodos y aunque la ciudad fue conquistada por los árabes, los cristianos que no huyeron al norte conocidos por mozárabes, seguirían practicando su rito cristiano hasta la reconquista de los castellanos en 1233. Pensar esto no es descabellado pues según dicen los historiadores, los musulmanes en cuestión religiosa fueron tolerantes, a cambio de que pagaran un impuesto.

Se dice que, basándose en esa antigüedad, el prior de esta iglesia cuando la reconquista pleiteó con el de Santa María el derecho de que era la iglesia de San Millán la que le pertenecía ser nombrada Colegiata, y como no hubo acuerdo recurrió al santo rey para hacer valer sus derechos y aunque no le faltaba razón, el hecho de estar situada a extramuros y en un barrio bajo de la ciudad fue quizás lo que hizo no ser complacido.

No obstante, este templo siguió su trayectoria y a una edificación quizás románica o mudéjar, se le añadieron capillas de la derecha, después hubo intervenciones renacentistas, y así se iría paulatinamente renovando hasta llegar a su estado actual. También vinieron las epidemias y este templo se blanqueó con cal para desinfectarlo, después se le dieron más y más capas, y tantas fueron, que casi ocultaron los elementos arquitectónicos que poseía.

También el tiempo y la falta de recursos de este lugar de oración hizo que este lugar en vez de acometer obras de remodelación en las capillas del lado izquierdo, lo que se hizo fue cerrarlas a nivel de su entrada y rebajar los techos a nivel del patio y así se pudo construir en ese espacio liberado la vivienda de los sacristanes. La capilla de Santa Lucía debido al serio estado de ruina que presentaba también la cerraron…



Los únicos elementos, de estilo renacimiento ornamentales del Interior de San Millán.

Por Pablo Jesús Lorite, sabemos que en el siglo XVI la iglesia es débilmente remodelada, de esta época se conserva la portada de la sacristía (clásica de medio punto con una sucesión de pilastra y media columna de orden corintio a cada lado) y un pequeño templete en el lado del evangelio del presbiterio que hasta hace unos años albergó un pequeño lienzo de San Millán de muy poca categoría.




Capilla bajo la torre, que nos recuerda al Estilo de Andrés de Vandelvira.

Corre finales del año de 2014 y primeros meses del año 2015; y la cofradía de la Soledad se pone otra vez manos a la obra, para realizar otro gran proyecto, en la iglesia de San Millán. En esta ocasión consistió en la construcción de la bóveda y posterior rehabilitación de la Capilla del Sagrado Corazón, además se han tirado los que fueran los dormitorios de la casa de la sacristana para dar a la citada capilla bajo la torre con su fondo original, se demolió la Vivienda del Sacristán y se mejoró el vallado del patio, (con reja de hierro donada por el taller Oleametal Úbeda Sca), como los anexos existentes en el mismo.

 

Tras la limpieza del mencionado patio de atrás, se ha encontrado lo que en su momento podía ser una cripta. Concretamente, en esta última obra además ha quedado al descubierto un arco capilla hornacina bajo la torre, pero que aún está a la espera de intervenir en la misma.  

 

Cabe mencionar que esta Capilla, nos recuerda en su estilo y forma a la capilla baptisterio de la cercana iglesia San Nicolás. Este última, de planta semielíptica, con una fantástica obra de cantería para simular mayor profundidad, obra de Andrés de Vandelvira. 

 

Parece ser que esta pertenece además al proyecto del siglo XVI que era el de construir un templo de tres naves, pero nunca se llevó a cabo, quedando en una sola nave en la actualidad con el desarrollo de algunas capillas o altares en los laterales. De este gran proyecto en la iglesia de San Millán, se conserva en el ángulo de la puerta lateral (al exterior del templo) una pilastra de considerable altura que nos muestra cuál iba a ser el arranque de una de las naves.

 

 

 

Capilla de Santa Lucía



 Nos cuenta Ginés Torres Navarrete “…Sobre el arco o junto a él, en la Puerta de Ibiut, razón por la que también se le conoció por Puerta de Santa Lucía, intramuros, se labró Dios sabe cuándo una hornacina dedicada a la abogada de la vista. Esta desapareció en 1865 al ser derribada lo que de dicha puerta quedaba…”

 

            Es de opinar, que la imagen pasara a la ya existente Capilla de Santa Lucia de San Millán. Dónde la imagen fue destruida en 1936; con el resto del patrimonio mobiliario que poseía la iglesia.

            El templo a lo largo del tiempo ha poseído dos capillas dedicadas a Santa Lucía. La primera se situaba colateral al acceso de la Sacristía. Y sabemos por Ginés Torres: “…éste de Santa Lucía es la misma que la de San Cristóbal, entierro igualmente de los Moya. En el mismo altar debieron de venerarse ambas imágenes…”. Ruiz Prieto, nos dice acerca de esta Capilla “había restos de una nave donde estaba la Capilla de santa lucía y el altar de Ntra. Sra. de las Mercedes. Se tapizaron no hace muchos años los arcos…, y la imagen de Santa Lucía se mudó a la primera Capilla del lado de la Epístola… Colateral a la segunda puerta de entrada a la iglesia… fue antiguo baptisterio…” (Antigua capilla del baptisterio, cuya pila bautismal de mármol del siglo XVI, con heráldica del prelado que la costeó, el obispo Francisco de Mendoza).

            Con este escrito, podemos teorizar que la actual capilla de Santa Lucía, fue su nave tapiada a finales del siglo XIX, para así colocar el altar y la imagen de la santa.

 

El diez de noviembre de 2004, comenzaba una nueva intervención en el templo; que duró hasta el día 20 de enero de 2005. En la misma, se le ha colocado una nueva solería a la iglesia gracias a la intervención de la concejalía de Turismo del Excelentísimo Ayuntamiento con una inversión económica procedente de los fondos PATY, que aporta la Junta de Andalucía. Posteriormente la Cofradía, ha soterrado el cableado eléctrico, ha puesto en valor dos nuevas capillas en especial la capilla de Santa Lucía, ha pintado todo el interior del templo.  Y además se han colocado nuevas lámparas de forja; donadas a la Cofradía de la Soledad.

 

            En agosto de 2005, se embellece la capilla de San Lucía, otra vez a cargo de la Cofradía de la Soledad, con la participación de diversos hermanos de la misma. Instalando además una bella vidriera en la misma Capilla el escudo de la Hermandad. En agosto de 2006 se realiza la iluminación artística del exterior de la iglesia; por la concejalía de Turismo del ayuntamiento de Úbeda.

 

Por último, sobre la imagen y veneración de Santa Lucía, sabemos por el ya mencionado Pablo Jesús Lorite, lo siguiente:…Sin embargo la tradición de la ciudad hacia la santa ha sobrevivido en el tiempo y cada trece de diciembre es tradición popular bajar a rezarle a la santa y encenderle una vela para que un año más preserve la vista (debemos de recordar que Santa Lucía fue martirizada arrancándole los ojos lo que hace que en su iconografía tradicional aparezca con un palma símbolo de su martirio y una bandeja en la cual nos muestra sus propios ojos). El tema de la existencia de esta cofradía es curioso, puesto que no es la única imagen la que se conserva en la ciudad, pues existe otra en la capilla del Cristo de la Humildad de la iglesia de San Pablo, Sin embargo, ésta no recibe cultos, sino la de San Millán, además es indicativo que la hermandad ya estaba extinguida anteriormente a la contienda civil y después de ésta se debió de ver necesario encargar a los talleres gerundenses de Olot dicha imagen. Es más, al día de hoy es prácticamente la cofradía de la Soledad la que mantiene los cultos a la santa.

Úbeda, 11 de Febrero de 2024.

Fuentes consultadas:

20 AÑOS DE COMPROMISO CON LA IGLESIA DE SAN MILLAN DE ÚBEDA. https://ubedaabandonada.blogspot.com/2018/01/20-anos-de-compromiso-con-la-iglesia-de.html. Blog de Juan Ángel López Barrionuevo.

Historia de Úbeda en sus Documentos… pág 123; tomo VI. Edición digital. Asociación Alfredo Cazaban

Ruiz Prieto, Historia de Úbeda; pág. 83 Historia Eclesiástica. Edición digital. Asociación Alfredo Cazaban

LA COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD, LA PARROQUIA DE SAN MILLÁN DE ÚBEDA Y LA ICONOGRAFÍA DEL SANTO RIOJANO SEGÚN MANUEL GARCÍA VILLACAÑAS Y ALEJANDRO YERPES

Pablo Jesús Lorite Cruz.

 

Fotografías:

Diego Godoy Cejudo

Juan Gabriel Barranco Delgado

Miguel Ángel Lorente

Juan Ángel López Barrionuevo.



[1] Como todos los ubetenses saben, los hermano de la cofradía con sede canónica en la iglesia de San Millán, están llevando a cabo un amplio programa de rehabilitación del templo.

Han actuado sobre el tejado de la torre, sobre la parte de atrás donde se encontraba la casa de la “santera” y ahora, tras la limpieza delpatio de atrás, se ha encontrado lo que en su momento podía ser una cripta.

Se encontraba en una de las ampliaciones que se hicieron para remozar la casa donde vivía la santera, concretamente ella dormía sobre lo que puede llamarse una cripta que algún adinerado de principios del siglo XX había construido para ser enterrado en ella.

Las obras continúan para asegurar el templo.  https://diarioguadalquivir.com/provincia/la-loma/descubrimiento-en-la-iglesia-de-san-millan-de-ubeda/

 

[2] Fundada en el siglo XIII, se conserva de esta época la sobria torre campanario.

En el siglo XVI la iglesia fue remodelada según un proyecto que planteaba la construcción de tres naves, de las que sólo se concluyó la central, conforme al aspecto que presenta en la actualidad.

Todo el templo se caracteriza por su extrema sencillez, siendo visibles numerosos materiales reutilizados de la primitiva construcción.

Tanto las portadas exteriores como la de acceso a la sacristía y una pequeña hornacina junto al altar mayor, todas renacentistas, son los únicos elementos ornamentales que conserva la iglesia.

 

3 feb 2024

Úbeda; El Antiguo Patio de La Virgen del Hospital de Santiago.

 

Juan Ángel López Barrionuevo.

Patio de la Biblioteca Municipal de Úbeda, Antaño Patio de la Virgen

Rehabilitación
1986, enero.
Detalles de las obras de rehabilitación del Hospital de Santiago. En este momento se conserva
todavía la imagen de la Virgen que dio nombre al patio. Tras su desaparición, posterior a 1990, el
patio pasó a denominarse popularmente "de la Biblioteca"
Foto Baras

Antiguo Patio de la Virgen, (Hoy Patio de la Biblioteca Municipal), década de 1960. Foto Archivo Gabriel Delgado Juan.



 

Juan Pasquau nos dice… ¿Y los bajorrelieves, y las pilastras, y las hornacinas? ¿Y las columnas de frívola profusión corintia? ¿Y las aduladoras grecas? ¿Y los moldurados arcos en cuyos casetones se atisban sutiles alusiones mitológicas?... El Salvador ­­_insistimos_ está lejos. Santiago es la fundación de un piadoso Obispo.

 

Hospital de Santiago Monumento declarado Bien de Interés Cultural el 3 de abril de 1917. Don Diego de los Cobos y Molina, hermano de Juan Vázquez de Molina y pariente del famoso secretario de Carlos V, don Francisco de los Cobos, prosiguiendo con la trayectoria edilicia familiar en la ciudad de Úbeda concibió la idea de fundar un gran hospital con la advocación de Santiago, Patrón de España. Fue don Diego de los Cobos uno de los personajes importantes del Jaén del siglo XVI. Destacó como teólogo y canonista, fue obispo de Ávila y de Jaén (1560-1565) y miembro del Consejo de Felipe II. Murió en Toledo, en 1565, mientras asistía a un concilio provincial para promulgar las disposiciones del Concilio de Trento.

Fotografía que nos muestra a las monjas de la Comunidad de San Vicente de Paul fotografiadas en los años 50. Esta comunidad religiosa se instaló en el Hospital de Santiago en el año 1862. Foto Archivo Diego Godoy.

 

La construcción se inició antes de 1562, pero por causas desconocidas las obras se interrumpieron durante casi dos años, para continuar ya a finales de 1564 y no detenerse hasta su terminación en 1575, diez años después de la muerte de su fundador. Su gran fachada, articulada en dos plantas, es de traza apaisada y de extrema sobriedad; está precedida por una amplia lonja sobre elevada de la calzada adornada por cuatro gruesas columnas dóricas con leones asentados en ellas que sostienen el escudo del fundador. La portada de acceso, con un relieve en el que se representa a un Santiago Matamoros, y dos grandes torres a los extremos sin función aparente terminan monumentalmente el conjunto por este lado Sur, quedando el resto de los lados perfectamente aislados del exterior por altos muros y dependencias. El patio central, al modo de los palacios, se articula con dobles pandas en sus cuatro lados conformadas con cinco arcos de medio punto rebajados apeados en elegantes columnas de mármol blanco de orden corintio. La escalera, de grandes dimensiones, se cubre con una soberbia bóveda decorada con un amplio programa iconográfico en el que se representan, entre otras figuras, efigies de reyes hispanos, desde Alfonso VIII a Felipe II; en el frente de la misma luce un gran escudo de Don Diego de los Cobos. A los lados de este patio central, orientados a los espacios exteriores cercados, se alzan dos patios secundarios columnados, también de elegante traza.

Uno de estos patios secundarios, el que se orienta a la zona occidental, vamos a tratar a continuación, me estoy refiriendo al Patio de la Virgen, actualmente Patio de la Biblioteca Municipal[1].


Entre los años 1982-1990 se procede a la restauración integral del edificio y su adaptación a su uso cultural y como palacio de exposiciones y congresos, proyecto de los arquitectos Andrés Perea y Carmen Mostaza. Y en este antiguo Patio, de que hemos hablado, se eliminan añadidos y  elementos ajenos al proyecto original de Andrés de Vandelvira. Fotografías Archivo Gabriel Delgado Juan

 



El Antiguo Patio de la Virgen de la Virgen del Hospital de Santiago, se conocía así debido a que en su centro había un monolito con la imagen de la Virgen de la Milagrosa, ya que, en este citado patio, estaba instalada la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.

Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl llegaron a Úbeda en los años sesenta del Siglo XIX bajo la petición del Ayuntamiento de Úbeda, quien solicitó a la Junta Provincial de Beneficencia que trasladase hasta la ciudad a monjas de esta congregación para hacerse cargo de la asistencia del Hospital de Santiago y del control de las 'amas de lactancia' de los 'Niños Expósitos'.

Una petición que se realizó en 17 de julio de 1857 y que culminó con la fundación en Úbeda de cinco Hermanas de la Caridad con destino al Hospital de Santiago y de la Casa Cuna. Una labor que ya fue apreciada en aquella época, puesto que desde el Ayuntamiento se solicitó en 1863 que se incrementara el número de hermanas para atender la demanda de los servicios de atención sanitaria y social que prestaban en la ciudad.

Una labor que se extendió durante más de un siglo y que, presumiblemente se amplió también al ámbito educativo. De hecho, la primera aparición documentada del Colegio de La Milagrosa constaría en los años 1956 y 1957 a través de unos gastos realizados para la presumible adaptación de dependencias del Hospital de Santiago y diez años después como 'nuevo' Colegio la Milagrosa para la educación de 'maternales', párvulos y Educación General Básica.

Entre los años 1982-1990 se procede a la restauración integral del edificio y su adaptación a su uso cultural y como palacio de exposiciones y congresos, proyecto de los arquitectos Andrés Perea y Carmen Mostaza. Y en este antiguo Patio, de que hemos hablado, se eliminan añadidos y  elementos ajenos al proyecto original de Andrés de Vandelvira.

 



[1] La Biblioteca Municipal de la ciudad es inaugurada en 1954 en los bajos del Palacio Vázquez de Molina o de las Cadenas (hoy Ayuntamiento), a sufrido diferentes cambios de ubicación en estos últimos años. Palacio de las Cadenas, Centro Social, Casa de la Tercia y, finalmente, desde 1991 se sitúa en el Hospital de Santiago

Bibliografía Consultada:

HISTORIA DE LA ENSEÑANZA EN ÚBEDA Juan Barranco Delgado. 2018.

 Urbanismo y arquitectura en Úbeda (1808-1931). José Manuel Almansa Moreno. Asociación Cultural Ubetense “Alfredo Cazaban Laguna” 2011.