La Iglesia de San Pablo de Úbeda, Curiosidades de su Portada Flamígera en la Lista Roja de Hispania Nostra.

 



La Iglesia de San Pablo de Úbeda, Curiosidades de su Portada Flamígera en la Lista Roja de Hispania Nostra.


Juan Ángel López Barrionuevo
Curiosidad 1.- La Iglesia de San Pablo en La Lista Roja de Hispania Nostra. 

La asociación española Hispania Nostra es la responsable de la creación, en 2006, de la llamada Lista Roja del Patrimonio. A su vez, existen otras dos clasificaciones que se suman a esta última mencionada: Lista Verde y Lista Negra del Patrimonio con multitud de monumentos pertenecientes al territorio español. Lista Roja: vienen incluidos todos los elementos del patrimonio cultural español que presentan un riesgo de desaparición, destrucción o alteración de sus valores. A través de la delimitación de estos peligros, se pretende darlos a conocer y perseguir su consolidación o restauración. Formada por un total de más 1158 bienes. Contando en la actualidad, nuestra ciudad con 10 bienes incluidos. Entidades como la UNESCO o Hispania Nostra se encargan de la evaluación continua del estado de conservación de los bienes culturales para dotarlos de una clasificación que permita, no sólo su difusión, sino también la propuesta inmediata de posibles soluciones con el fin de proteger nuestro patrimonio y, con él, una parte fundamental de lo que somos. ¿El objetivo? Reducir la clasificación a un único color: el verde. Las cofradías de Semana Santa, con sus imágenes, patrimonio religioso y, en algunos casos, sus edificios históricos, pueden ser incluidas en la Lista Roja si se encuentran en riesgo. Hispania Nostra se centra en la conservación de nuestro patrimonio, incluyendo la sensibilización sobre la importancia de preservarlo. La Iglesia de San Pablo de Úbeda, en la Lista Roja de 'Hispania Nostra'. Desde Marzo del año 2025; La portada gótica y fuente renacentista de la Iglesia de San Pablo de Úbeda(1) Ha entrado a formar parte de la Lista Roja del Patrimonio, según detalla la asociación Hispania Nostra, que revisa los equipamientos históricos y culturales más relevantes del país. La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional desde mayo de 1926.

"Todo el conjunto de la fuente se muestra desgastado por los recalos de agua, la descalcificación y por el consiguiente desmoronamiento de la piedra", asevera la asociación. "En la portada gótica se aprecia una rotura en el parteluz, otra en el pináculo izquierdo, además de descalcificación y desmoronamiento de la piedra en varios puntos", añade. Se trata de una iglesia medieval levantada intramuros, cuya construcción data del siglo XIII. Tal y como describe 'Hispania Notra', tuvo "una significativa importancia social y política" tanto por las capillas destinadas para el enterramiento de los nobles como por ser el punto de reunión del concejo en la capilla de los Encajes(2). 

Curiosidad 2.- La Iglesia de San Pablo es Declarada Monumento Nacional, junto a las ubetenses iglesias de Santa María de los Reales Alcázares y San Nicolás de Bari.



Documento Declaración Monumento Nacional 




Un monumento nacional es el elemento, la construcción o el lugar que representa un gran valor histórico, patrimonial o arquitectónico para un país o una comunidad, y que es protegido por leyes de ese país o comunidad. España tiene un amplio catálogo de monumentos patrimoniales. Muchos de ellos tienen un “marchamo” que los distingue de los demás, como puede ser Bien de Interés Cultural, por poner un ejemplo o como Bien Patrimonio de la Humanidad, de los que en territorio nacional hay una amplia variedad. Pero dentro de esta categoría está el de Monumento Nacional una figura que sirve para reconocer un determinado tipo de realización arquitectónica, de ingeniería o escultural que por su interés goza de la pertinente protección jurídica. Actualmente, el registro General de Bienes de Interés Cultural de España incluye más de 13.000 monumentos, pero cuál fue el primero que fue declarado en España como Monumento Nacional? Pues hay que viajar hasta el año 1844, concretamente el 28 de agosto cuando se produjo este hito histórico, durante el reinado de Isabel II. Y un honor que fue concedido a la Catedral de León, debido a su perfecto trazado, su conjunto de vidrieras y por ser unos de los grandes ejemplos del estilo gótico, no sólo en España sino en toda Europa. En Úbeda, tanto el Hospital de Santiago declarado Monumento Nacional en 1917, como las iglesias de Santa María, San Pablo y San Nicolás declarados en 1926, pertenecen a los monumentos histórico-artísticos de España declarados antes del decreto de 3 de junio de 1931. Ese decreto —aprobado por el Gobierno provisional de la República, antes de celebrarse las elecciones constituyentes, y publicado en la Gaceta de Madrid, n.° 155, de 4 de junio de 1931— fue, hasta dicho momento, la principal actuación para proteger el patrimonio histórico-artístico del país y declaró 789 «monumentos histórico-artísticos pertenecientes al Tesoro Nacional de España», principalmente inmuebles valiosos —en su mayoría religiosos (catedrales, iglesias y colegiatas, ermitas y capillas, conventos y monasterios), militares (castillos y murallas) y civiles (palacios, casas consistoriales y colegios)—, pero también yacimientos y ruinas, algunas cuevas y varios elementos megalíticos. Hasta ese momento, la declaración de monumentos nacionales había sido tomada de forma aislada, sin una orientación clara sobre el tipo de inmuebles, la época y la importancia artística de los mismos. Muchos de ellos fueron proclamados para adoptar medidas de salvaguarda en edificios cuyo deterioro era evidente. Por ejemplo, la Real Orden de 13 de diciembre de 1912 declaró Monumento nacional las «Antigüedades Emeritenses» —«comprendiendo en tal declaración lo mismo los monumentos (el teatro, los puentes, etc.) ya de la pertenencia del Estado, que los pertenecientes al municipio y los de propiedad particular», que luego fueron 2 8 de Mayo de 1926 detalladas hasta un total de 19 elementos— y la Real Orden de 25 de abril de 1924 declaró como «monumentos arquitectónico-artísticos» 29 cuevas y abrigos con pinturas o grabados rupestres «como medio de preservarlas de su destrucción y atender a su conservación y custodia». El próximo 8 de mayo del año 2026, se cumplirán cien años de la declaración de las Iglesias de Santa María de los Reales Alcázares, de San Pablo y de San Nicolás, joyas del gótico y renacimiento andaluz (3).


Curiosidad 3.- Arte gótico Isabelino de la   portada Sur de la Iglesia de San Pablo.


Las exclusivas del gótico isabelino se basan fundamentalmente en la parte escultórica o de decoración arquitectónica. Las estructuras no se modifican, básicamente las normas constructivas hasta aquí ejercidas. Es lo decorativo que adquiere una suprema valoración en las edificaciones sujetas al canon isabelino. Puede decirse que el fondo organizado del estilo es completamente gótico conforme a las peculiaridades que presenta en su perfeccionamiento. Sin embargo, las fundaciones personales de los Reyes Católicos, coinciden en unos caracteres arquitectónicos que si bien no revisten en categoría de norma sistemática, aparecen en constantes y diversas obras. En cuanto a los elementos decorativos que entran en su composición preceden principalmente del arte mudéjar o morisco y del gótico francés, germánico y flamenco, cuyas influencias en este arte fueron constantes durante todo el período. Otro elemento ornamental que los artistas que promovieron este estilo captaron ávidamente, fue el que les proporcionaba el contacto con los países tropicales recientemente descubiertos, cuyas manifestaciones artísticas del todo desconocidas de los europeos, les ofrecían esa aportación exótica de estilizaciones vegetales y de figuras salvajes, grata al sentido renovador y en cierta manera sensacionalista de la época. Más tarde, el avance de las corrientes renacentistas con el retorno al arte de la antigüedad clásica, alcanza también al Isabelino, y entre sus elementos decorativos aparecen las formas “platerescas” con que comienza el Renacimiento en España. El origen de la formación del Isabelino, se halla en el personal influjo, inspiración u orientación que los Reyes Católicos ejercen en las abundantes construcciones que se realizan durante su reinado, reflejando la unidad política recién lograda y el triunfo alcanzado sobre los infieles. Lo mudéjar trasciende en la característica de repetición rítmica de un mismo tema. El arte cristiano y el musulmán se fusionan en este estilo por completo y por última vez en la historia del arte. El blasón, se convierte en uno de los temas decorativos usados con mayor profusión. Las fachadas, los lienzos de la pared, se llenan de una prolija ornamentación a veces de un efecto exaltado, dándoles el aspecto de enormes retablos. 
Es multiforme por la confluencia de artistas de poderosa personalidad que a él le aportan su peculiar manera de interpretarlo, variando, no su caudal de formas, pero sí el espíritu con que se aplica Ello se explica que, en contraste con la frondosidad ornamental de ésta fase suntuosa del Isabelino, existe otra modalidad extremada y austera en sencillez usada con más preferencia en edificios de carácter civil en la meseta leonesa- castellana. Reaparece en ellas el arco de medio punto del gótico arcaico y en su ornamentación se observa una sobria aplicación de los temas típicos isabelinos.
Debe apreciarse que el estilo Isabelino se aglutina en la creación de portadas para las fachadas de palacios, iglesias y capillas funerarias, donde se configuran los nuevos elementos que van a caracterizarlo, motivos procedentes de los gustos personales de la Reina que son constantes en esta modalidad. La portada, tiene por un lado un poder comunicativo y significativo, en el sentido de que muestra a través de sus emblemas, heráldico, epigráfico y simbólico, la referencia a los monarcas y representa de esta manera su poderío. La portada significa el poder de la monarquía como de la aristocracia. El grado de importancia, de la portada en el Gótico Isabelino, es que es allí donde va a desenvolverse una singularidad estilística, más significativa que productiva, donde además de ello se configura una tradición artística propia. Son las viejas ciudades de los reinos de Castilla y León cuna del Isabelino. En ellas la obra de los reyes, de los magnates y de los cabildos es abundante. Los arquitectos inspiradores del estilo viven en Toledo, Burgos, Ávila, Salamanca, centros principales de sus trabajos. No será hasta pleno desarrollo del estilo que los arquitectos del norte de la península aparecerán y con ellos las primeras formas platerescas. El arte gótico importado por los reconquistas en tierras andaluzas se halló frente al mahometano de profundo arraigo y latente vitalidad. Las formas puristas no aparecen sino en obras ejecutadas bajo el influyo de los Reyes o por el impulso de nobles y prelados. El influjo de la catedral de Sevilla va a cambiar el escaso panorama gótico de los siglos XIII y XIV y va a servir de modelo para iglesias como Santa María de Carmona y los templos deJerez de la Frontera, Utrera y Arcos de la Frontera. El tardío gótico isabelino se encuentra en las puertas de algunos templos y palacios andaluces algunas de sus mejores obras como las de Jerez, Marchena, Gazules, Puerto de Santa María, Ronda y en el Palacio de Jabalquinto de Baeza. No es hasta el siglo XVI que vuelve a brillar la iglesia de San Pablo de Úbeda en todo su esplendor. Y lo hace bajo el auspicio del obispo constructor por excelencia Alonso Suárez de la Fuente del Sauce (4), . Más de un escudo suyo luce en la fachada del monumento. A pesar de andar ya triunfando el arte renacentista por estos lares, el prelado siente más inclinación por el gótico, y es este estilo el que destaca en todas las obras que patrocina. Esto explica el monumental arco abocinado de la fachada principal de San Pablo, construida en los primeros años del siglo XVI. Así como la escena de la coronación de la Virgen por el Padre Eterno en su tímpano, una iconografía muy popular en el gótico, que además conserva restos de haber estado bellamente policromada (5 ).


Curiosidad 4.- Restauración  de la Iglesia de San Pablo, en la década de 1950.



Fotografía realizada a mediados de los años cuarenta y en ella vemos la reja de estilo renacentista que desde el año 1873 se instaló en la portada principal de San Pablo.

Esta reja venía procedente del Altar Mayor del suprimido convento de las Madres Dominicas de las Cadenas, que se asentaban donde hoy se encuentra el Ayuntamiento actual.

Esta reja fue retirada en 1959 tras la profunda restauración que sufrió este templo por la Dirección General de Bellas Artes.

Actualmente se encuentra en una parroquia de Andújar (Foto Archivo Gabriel Delgado Juan).


Acerca de la restauración, por datos facilitados por el historiador ubetense José Manuel Almansa Moreno, en su libro: Reconstrucción y restauración monumental en la provincia de Jaén durante el Franquismo (6), (páginas253-257), siguiente: “… Arrasado su patrimonio mueble durante la contienda bélica, en la primera memoria redactada por el arquitecto (sin fecha) se nos indica que se habían realizado una serie de obras urgentes en el templo consistentes en la reconstrucción de la cubierta de la torre (pues había sido destruida para establecer un puesto de ametralladoras antiaéreas). De este modo se construiría una nueva armadura de la cubierta, se repararía la veleta y se colocaría un nuevo remate de piedra idéntico al existente anteriormente, con un nuevo tejado de teja árabe corriente en los faldones y vidriada en color blanco y verde en las limas. Tras esta actuación se lleva a cabo la reparación del resto de las cubiertas, las cuales se encontraban deformadas por la descomposición de las maderas.. Sin embargo, las obras se habrían suspendido por la falta de recursos económicos, razón por la cual el arquitecto solicitaría una ayuda económica urgente de 10.000 pesetas, que serían concedidas en octubre de 1941 por el Ministerio de Educación a propuesta del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional El siguiente proyecto de Prieto-Moreno es de 1955 y en él se nos informa que parte de la cubierta del templo se había hundido dos años antes, razón por la cual se había suspendido el culto. Por ello se plantea reconstruir parte de la cubierta dañada para reabrir el templo y evitar que se agraven los daños en el edificio, dejando la reparación global de las cubiertas para más adelante (cuando los medios económicos lo permitieran). En la reconstrucción de la armadura se utilizarían las maderas antiguas, engatillados las tirantes aprovechables con pletinas de hierro con el fin de buscar el mayor ahorro posible. Tras el arreglo de la armadura se procedería a la restauración de la bóveda de yeso. En 1958 ya se habían reparado las cubiertas. 
Con el fin de fijar el monumento en condiciones idóneas para ser visitado y rehabilitar el culto, en este momento se plantea mejorar el pavimento del crucero puesto que éste se encontraba muy deteriorado por la realización de las obras (si bien ya se encontraba en mal estado con anterioridad). Para ello se opta por el sistema de losas de piedra arenisca de la localidad, ya empleado en la pavimentación del presbiterio y frecuente en otros templos de la ciudad. Al año siguiente se continuaría con el solado de la parte central del templo, procediendo a la definitiva reapertura del templo en el mes de noviembre de 1959, tras ocho años de obras (tal y como indica una cartela localizada al interior). La última actuación que lleva a cabo el arquitecto sería la reapertura de la portada de los pies del templo, la conocida como Puerta de los Carpinteros, cegada en 1806 para instalar en este lugar el coro bajo. Con ella se pretendía recuperar uno de los elementos más antiguos del templo, consiguiendo igualmente mejorar la eficacia funcional del templo al facilitar el acceso a los tronos de las cofradías de Semana Santa. 
De este modo se reconstruirán los elementos perdidos de la portada (como serían los frisos laterales de las jambas, conformados por columnas con arcos trilobulados en altorrelieve) que se reintegran volumétricamente a modo de sólido capaz, diferenciándose las partes originales de las nuevas. Tras esto se colocaría una portada de madera decorada con clavos, bisagras y llamadores de hierro forjado, similares a los existentes en la portada principal. De forma paralela también se incluye en el presupuesto la colocación de vidrieras en los tres ventanales de la fachada sur puesto que tenían un maderaje tosco y semidestruido, lo cual restó brillantez a la fachada principal. Además de estas ventanas existe una cuarta que se encontraba tapiada y que se propone abrir, si bien finalmente no se lleva a cabo. Sí se intervendría en el rosetón gótico del crucero sobre el arco toral a base de carpintería metálica y vidrio prensado tipo “catedral”





Varios aspectos de la Portada Sur de la Iglesia de San Pablo, a principios del siglo XX, Archivo Gabriel Delgado Juan.



Según palabras del historiador Ginés Torres Navarrete, nos relata lo siguiente: …en la sesión permanente del Ayuntamiento 25 de septiembre 1940, dan cuenta de la solicitud de ayuda del párroco para reparar los tejados. Acuerdan dirigirse a la Dirección General de Regiones Devastadas pidiendo colaboración ante la falta de fondos municipales… …También por falta de obras San Pablo hubo de cerrar sus puertas en 1951. Se inicia una restauración en profundidad abriéndose de nuevo al culto el 23 de noviembre de 1959, siendo párroco accidental Fray Manuel María de San José, Carmelita de la Residencia de Úbeda… Durante estas obras la parroquia se trasladó a la Iglesia de San Miguel de los P.P. Carmelitas (7).
 

Para finalizar, os traigo la siguiente fotografía, de la bendición en San Pablo, de la anterior imagen del Cristo de la Humildad, obra de Juan Cristóbal. La misma fue bendecida el 23 de abril de 1950. Meses después la iglesia es cerrada al culto, por obras. En la misma instantánea, podemos comprobar que a espaldas de la imagen del Ecce Homo,  uno de los retablos del siglo XVIII, de estilo neoclásico, desaparecido posteriormente como ya he indicado anteriormente.





Notas; 

 (1). La iglesia de San Pablo es un templo medieval del siglo XIII, levantado dentro de los muros de la ciudad de Úbeda en la provincia de Jaén.  Se encuentra situada en la antiquísima Plaza del Mercado llamada Plaza Primero de Mayo. En esta Plaza hasta el siglo XV se reunía en ella el Concejo de la ciudad y los nobles.

Construida sobre una mezquita, la iglesia fue destruida durante las luchas de sucesión del reino de Castilla. Así, su construcción actual es posterior a 1368.  Fernando III le devolvió el culto cristiano, así como a todas las que consideró necesario.

Arquitectónicamente tiene varias fases constructivas con el deseo de hacerla más grandiosa o por necesidad. Unas afectan a las partes más importantes de la Iglesia y otras a las menos importantes. Es en la cabecera del templo donde mejor se pueden distinguir las distintas fases.

La primera de las construcciones, se hizo justo después de la conquista. El templo es de planta basilical con tres naves, tres ábsides con presbiterio y una puerta a los pies. Las naves tienen cubierta de madera. Se conserva en el exterior, la portada de poniente y algunos canecillos reutilizados en la cabecera.

La segunda construcción  en 1368 fue para subsanar desperfectos, bastantes profundos, motivados por las luchas entre Pedro I, legítimo soberano de Castilla y su hermano bastardo Enrique de Trastámara al que Úbeda apoyaba. Fue incendiado posteriormente como casi todos los de la ciudad. Se  forma un crucero y se modifica el ábside central, en 1380, suprimiendo los laterales. Es de estilo  gótico, pero en él se advierten elementos reutilizados de la primera construcción.

Más tarde, entre los siglos  XV y XVI se construyeron varias capillas funerarias en el muro norte con una nueva puerta de acceso a la Iglesia. Son edificadas las del lado Sur abriendo una portada grande que da acceso a la plaza  del Mercado entre 1520 y 1522 llamada la de los Carpinteros que fue tapiada en 1806 para colocar el coro y se construye la torre encima del ábside lateral izquierdo. En la actualidad por esa puerta se puede acceder al templo. En su tímpano el Padre Eterno corona a María sujeta por cuatro ángeles, en el parteluz bajo el dosel está la imagen de San Pablo, que es el titular de la Iglesia.

Durante el siglo XVII se cambian los pies del lado del mediodía, construyéndose la sacristía y la cubierta de la cabecera, por encima del nivel de la nave, se accede a ella por una escalera de tres gradas. En el siglo XVIII se reparan tejados, se igualan las naves central e izquierda y se sustituyen las cubiertas de madera por las bóvedas barrocas que hay en la actualidad. Ya durante el siglo XX, en los años 60 es restaurada por la Dirección General de Bellas Artes.

Es un bonito edificio de estilo gótico, aunque con añadidos posteriores. La portada principal, de 1511 que se encuentra situada en la nave lateral, es de estilo gótico flamígero.

En el exterior, en la zona del ábside se construyó en el año 1591 una  fuente pública con el escudo de la Villa junto a otros dos, del Alcalde  Mayor y la casa de Austria, gracias a  Juan de Gaviria, corregidor de la Villa.

En el año 1926 la iglesia es declarada Monumento Histórico Artístico, por lo tanto catalogada como Bien de Interés Cultural. 

(2) Fuente: https://lacontradejaen.eldiario.es/

(3)  Fuente; Monumentos españoles: catálogo de los declarados histórico-artísticos 1844-1953. Tomo IV. . Materia Catálogos, Monumentos; Idioma Castellano; Unidad Proponente Instituto del Patrimonio Histórico Español EAN 9788474834031; ISBN 978-84-7483-403-1; Páginas 570 Fecha publicación 01-01-1987.

(4) Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, «obispo edificador» de Jaén

Al obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, figura controvertida por su papel en la Inquisición, se le conoce en Jaén como "el obispo edificador" debido a las numerosas obras arquitectónicas que mandó construir en la provincia, entre ellas, la catedral de Jaén.


Alonso Suárez de la Fuente del Sauce nació en la provincia de Ávila, en el año 1450, mientras en Castilla reinaba Juan II, de la dinastía Trastámara, y recibió una destacada formación intelectual.


Alonso Suárez de la Fuente del Sauce nació a mediados del siglo xv, en el corazón de la Moraña abulense, prácticamente en el triángulo formado por Fontiveros, Madrigal y Arévalo, en Fuente el Sauz.

Los historiadores no han podido precisar hasta ahora la fecha de su nacimiento. Sus padres fueron Pedro Sanz Suárez y Catalina Suárez, “ambos de rancia nobleza”.


Según las leyes vigentes de hoy, su nombre y apellidos serían Alonso Sanz Suárez, pero entonces no era así. También era frecuente ponerse como apellido el nombre del pueblo donde se nacía. Esto es lo que hizo Alonso Suárez quien eligió para primer apellido “Suárez” y para segundo “de la Fuente del Sauce”. Esta decisión fue motivada en buena parte por el aprecio que él tenía de su pueblo. Señal también de esta estima fue que, “al ser nombrado obispo de Mondoñedo (20 de marzo de 1493), tomó como motivo heráldico de su escudo de armas un fuente, y en el centro de ella un sauce llorón, cuyas ramas se inclinan nostálgicamente hacia la tierra, con un deje de tristeza y pesadumbre”.


Poco más se sabe de él antes de ser nombrado obispo de Mondoñedo en 1493. Desde aquí, en 1496, fue trasladado al obispado de Lugo. Tres años después, fue electo para la diócesis de Málaga, restaurada poco antes, pero no llegó a tomar posesión por haber sido promovido a ella el obispo de Jaén, Diego Deza. Fue entonces cuando don Alonso pasó a la diócesis de Jaén, para la que fue presentado el 7 de febrero de 1500. Siendo obispo de Mondoñedo aún, la gran reina Isabel la Católica le nombró inquisidor General, uno de los cuatro existentes. Estando ya en Jaén, fue nombrado presidente del Consejo del Reino por Felipe el Hermoso, esposo de Juana la Loca, hasta que se encargó de la Regencia de Castilla, por muerte de don Felipe, el Rey Fernando el Católico. También fue comisario general de la Santa Cruzada.

El lugar donde quedó más marcada la huella de su gran personalidad es Jaén, diócesis que gobernó durante veinte años. Son tres las dimensiones más significativas de ella: sus edificaciones, su estilo pastoral, recogido y expresado en las Constituciones Sinodales, y su vida ejemplar.


Por lo que se refiere a las edificaciones, dice Montijano: “Vemos el escudo del obispo en los numerosos edificios que él construyó o se construyeron en su tiempo, alentados y patrocinados por Don Alonso.

Ejemplos de ellos: el puente sobre el Guadalquivir, llamado Puente del Obispo, la iglesia de San Andrés de Baeza, la de San Pablo de Úbeda, la de Sabiote, la portada gótica de San Ildefonso de Jaén, etc.”.

Y añade: “Entre las muchas edificaciones de Don Alonso de Suárez, que también lo han hecho merecedor del mote de Don Alonso ‘el edificador’, merece especial mención la construcción del puente que lleva su nombre, entre las ciudades Jaén y Baeza [...]”. En la entrada del puente, en dirección Jaén-Baeza, hay una inscripción, en caracteres góticos, que dice: “Esta puente se le llama del Obispo. Hizo la toda a su costa Don Alonso de la Fuente el Sauce, obispo que fue de Mondoñedo y después de Lugo y el año 1500 de Jaén. Y dejó el paso libre de ella. Y es libre a todos, sin pagar tributo alguno. Comenzada el año mil y quinientos y cinco, y acabada año de mil y quinientos diez y ocho. Y concede a los que por ella pasaran y rezaren un Ave-María, cuarenta días de Perdón”.


En 1511 convocó el Sínodo Diocesano. Este Sínodo de Alonso Suárez es, ciertamente, un modelo de vigilancia pastoral, de sabiduría y de prudencia en el gobierno de la Diócesis. En sus Constituciones, se ve plasmada la reciedumbre de don Alonso, la severidad prudente de su gobierno pastoral, en una época difícil, por haber terminado ya la Reconquista, y con ella la situación anómala de muchos pueblos de nuestra diócesis, fronterizos con el reino nazarita, había que restablecer la disciplina eclesiástica en clérigos y seglares, secundando la obra admirable de reforma, iniciada y desarrollada bajo los auspicios de la reina Isabel, por el gran Cardenal Cisneros.

Después de una vida fecunda en virtudes y obras de apostolado, falleció el obispo jiennense el 5 de noviembre de 1520. A este obispo se lo conoce también por el insólito mote de “el obispo insepulto”. La razón es un pleito entre los herederos del obispo y el Cabildo Catedralicio de Jaén acerca del “derecho de patronato” sobre la capilla mayor de la catedral, pero finalmente el cuerpo momificado de don Alonso recibió cristiana sepultura en la Capilla del Santo Rostro de la Catedral de Jaén el día 13 de mayo del año 2000.

Mandó construir una grandiosa capilla al lado sur de la iglesia parroquial de pueblo natal, Fuente el Sauz. En la parte alta de ella hay la siguiente inscripción: “Esta capilla mandó hacer el Ilmo. Dn. Alonso Suárez obispo de Jaén, Presidente del Consejo, Inquisidor Mayor, hizo merced de ella al magnífico Caballero Dn. Alonso Suárez su sobrino, y a Dña. Catalina, su mujer, y a los que de ellos sucedieron. Acabose año 1595, se reedificó año 1780”. A pesar de la fecha de terminación de la capilla que se consigna, parece que lo más importante de ella debió de hacerse antes de morir don Alonso.


(5) https://vbedarecatada.blogspot.com/2010/11/ubeda-un-buen-ejemplo-de-arte-isabelino.html

(6)  Reconstrucción y restauración monumental en la provincia de Jaén durante el Franquismo

Almansa Moreno, José Manuel,  UJA -2021

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